La icónica marca francesa Lacoste sorprendió al mundo de la moda y el deporte al lanzar una colección limitada en la que su legendario cocodrilo verde fue reemplazado por una cabra, un movimiento que combina estrategia de marketing, homenaje deportivo e innovación en identidad visual.
El logo de una marca no es solo un símbolo gráfico; constituye uno de los activos más valiosos en la comunicación empresarial. Desde gigantes como Apple y Nike hasta startups emergentes, la identidad visual determina cómo los consumidores perciben la marca, genera reconocimiento y puede influir directamente en las decisiones de compra. De acuerdo con un estudio de Lucidpress, el 75 por ciento de los consumidores identifica marcas únicamente por su logotipo, mientras que un diseño coherente y memorable puede aumentar hasta un 80 por ciento la confianza del consumidor en la marca.
El impacto de un logo va más allá de la estética. Psicólogos del marketing señalan que los colores, tipografía y formas influyen en la percepción subconsciente de la marca, el rojo transmite energía y urgencia, el azul inspira confianza, y los logos minimalistas se asocian con innovación y modernidad.
¿Qué pasó con el cambio de logo de Lacoste?
El cambio de Lacoste, que sustituyó temporalmente el cocodrilo por una cabra, responde a una estrategia simbólica vinculada a Novak Djokovic, embajador de la marca desde 2017 y considerado por muchos el “GOAT” del tenis –siglas en inglés de “Greatest Of All Time”–.
Con esta modificación, la firma francesa rinde homenaje a la trayectoria del serbio, justo antes del US Open 2025, donde Djokovic buscará su título número 25 de Grand Slam.
Desde su fundación en 1933, el cocodrilo verde se ha convertido en un emblema global, inspirado en el apodo de René Lacoste, legendario tenista francés. Sustituirlo por la cabra no solo celebra a Djokovic, sino que refuerza la conexión de la marca con el deporte que le dio origen, transmitiendo un mensaje de excelencia y reconocimiento histórico.
La colección limitada incluye polos, chamarras, sudaderas, gorras y accesorios que conservan el estilo elegante y minimalista característico de Lacoste, con el detalle distintivo del logo bordado en forma de cabra. Estas piezas se perfilan como objetos de colección, tanto para los seguidores del tenis como de la moda deportiva.
Modificar un logotipo tan emblemático implica un riesgo, pero también abre oportunidades. Al apostar por la cabra, Lacoste demuestra adaptabilidad y capacidad para mantenerse vigente en un mercado altamente competitivo. La estrategia también fortalece la relación con Djokovic, consolidando valores compartidos como disciplina, constancia y superación.
La reacción del público en redes sociales ha sido diversa:;mientras muchos celebran el homenaje al tenista serbio, otros interpretan el cambio como una jugada de marketing inteligente que busca generar conversación durante la temporada de Grand Slams. En cualquier caso, la maniobra evidencia cómo un logo puede transformarse en un vehículo de narrativa y emoción, más allá de su función tradicional de identificación.
Con esto vemos como las marcas juegan con su identidad visual cuando se trata de homenajear, un ejemplo es Google que cambia su logotipo por los llamados Google Doodles, para celebrar aniversarios de personajes históricos, artistas, científicos y festividades internacionales. Por ejemplo, ha homenajeado a Frida Kahlo, Nikola Tesla o los Juegos Olímpicos.
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