La Inteligencia Artificial (IA) ha emergido como una fuerza impulsora en la evolución del mundo empresarial, transformando la forma en que las organizaciones operan, toman decisiones y se relacionan con sus clientes.
Y es que la Inteligencia Artificial se refiere a la capacidad de las máquinas para realizar tareas que normalmente requieren la intervención humana, como el aprendizaje, la percepción, el razonamiento y la toma de decisiones. Está impulsada por algoritmos avanzados y modelos de aprendizaje automático que permiten a las máquinas mejorar su rendimiento a medida que se exponen a más datos.
Es por eso que una de las contribuciones más notables de la IA en los negocios es la automatización de tareas rutinarias. Procesos como la gestión de datos, la clasificación de información y la atención al cliente pueden realizarse de manera eficiente y sin errores, liberando a los empleados para tareas más estratégicas y creativas.
Una de sus características principales es que va aprendiendo en el proceso de recopilar información. Basta con alimentarla con información y la IA encuentra patrones. Esto le permite no sólo aprender, sino predecir resultados posteriores.
La IA puede analizar big data histórica y actual. A través de sus resultados, las empresas pueden tomar decisiones enfocadas a cubrir necesidades reales. Por ejemplo, Salesforce Einstein ayuda a identificar y priorizar clientes potenciales y oportunidades de venta incrementando la tasa de ganancias. NetBase Quid analiza la interacción que genera el nombre de la marca en las diferentes plataformas digitales y extrae los datos para obtener una idea clara de las necesidades de la audiencia. Babel Street hace análisis predictivos.
Y es que la IA ha llevado la personalización de la experiencia del cliente a nuevos niveles. Analizando grandes conjuntos de datos, las empresas pueden ofrecer recomendaciones personalizadas, anticipándose a las necesidades y preferencias individuales de los clientes. Esto claramente no sólo aumenta la satisfacción, sino que también impulsa las conversiones y la lealtad.
Lo cierto es que ningún nuevo avance tecnológico se desarrolla sin inversiones. Y el capital privado disponible tampoco se distribuye equitativamente entre países. Estados Unidos fue el principal mercado del mundo en cuanto a inversiones privadas en Inteligencia Artificial entre 2013 y 2022, según los datos del estudio Artificial Intelligence Index Report 2023, publicado por la Universidad de Stanford con datos de NetBase Quid. Mientras que China se sitúa en un lejano segundo lugar, con 95.100 millones. Reino Unido, que ocupa el tercer lugar a nivel mundial, lidera en Europa como el país en el que se realizan la mayor cantidad de inversiones en esta tecnología, con 18.200 millones.
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