El Nokia 1100, el icónico celular que marcó una época, sigue causando revuelo décadas después de su lanzamiento. Su valor de reventa actual refleja no solo la nostalgia de quienes crecieron con él, sino también el interés de coleccionistas por dispositivos que combinaban durabilidad, accesibilidad y diseño práctico.
En plataformas como eBay, el Nokia 1100 puede encontrarse entre 25 y 100 dólares (alredador de 475 pesos o mil 900 pesos mexicanos) , dependiendo de su estado y de la presencia de la caja original. Los ejemplares en condiciones impecables, sin uso o con todos sus accesorios, alcanzan los valores más altos, y en subastas especializadas, algunas unidades selladas o ediciones particulares pueden superar ese rango.
El éxito del Nokia 1100 se explica por su combinación de accesibilidad, adaptabilidad y diseño pensado para durar. La carcasa de goma antideslizante lo protegía de caídas y golpes, mientras que su batería BL-5C ofrecía hasta una semana de autonomía con una sola carga, superando a muchos teléfonos modernos. Además, su menú simple e intuitivo lo convirtió en un dispositivo ideal para cualquier usuario, desde principiantes hasta quienes buscaban una herramienta fiable de comunicación.
Cuándo se lanzó y por qué sigue siendo único
Lanzado en agosto de 2003, el Nokia 1100 se convirtió en el celular más vendido de la historia, con 250 millones de unidades comercializadas en solo seis años, según datos de Visual Capitalist basados en Yahoo Finance y Omdia. Su precio accesible de 100 dólares y su robustez lo hicieron irresistible en mercados de América Latina, Asia y África, mientras que otras marcas competían con pantallas a color o cámaras que pocos podían costear.
Su éxito no se limitó al hardware. Funciones simples pero memorables como llamadas, mensajes de texto, linterna, calculadora, cronómetro y el legendario juego Snake II ofrecían entretenimiento y practicidad, consolidando al Nokia 1100 como un referente de fiabilidad y longevidad.
El Nokia 1100 superó modelos emblemáticos como el Motorola RAZR y su propio sucesor, el Nokia 1110, e incluso estableció un estándar que smartphones posteriores como el iPhone 6 y 6 Plus no lograron igualar. Su historia marca el cierre de la era de los teléfonos básicos y el inicio del auge de los smartphones, pero su legado sigue vivo, tanto en la memoria colectiva como en el mercado de artículos de colección.
Hoy, el Nokia 1100 no solo es un símbolo de nostalgia, sino también una oportunidad de inversión para coleccionistas y fanáticos de la tecnología retro. Después de todo, no todos los teléfonos logran trascender el tiempo con tanta fuerza.
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