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Según Nielsen Sports, el 62% de los fanáticos globales considera que los patrocinadores de sus deportes favoritos influyen en sus decisiones de compra.
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Los deportistas no solo representan marcas, sino que influyen en moda, estilo y hábitos de consumo.
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Datos de PwC Sports Survey 2022 muestran que los atletas de alto perfil pueden aumentar la intención de compra de productos patrocinados hasta en un 25%.

El US Open 2025 no se limita al tenis. Cada año, este torneo se consolida como un escenario estratégico donde marcas globales y emergentes buscan conectar con la audiencia más allá de los resultados en la cancha. Las activaciones en vivo, las experiencias digitales inmersivas y las colaboraciones inesperadas han convertido el torneo en un espacio abierto para la creatividad y la innovación, donde las marcas prueban estrategias, captan la atención de millones y generan conversación a nivel global. Aunque también se generan controversias y críticas que se exhiben en redes sociales.
La relevancia del US Open como plataforma para marcas se ha intensificado con la era digital. Las redes sociales amplifican cada acción, desde cambios de imagen de marcas históricas hasta accesorios personales de los jugadores. Este año por ejemplo, Lacoste y Labubu se han destacado como ejemplos claros de cómo aprovechar el torneo para generar impacto, mientras que episodios polémicos como los protagonizados por líderes empresariales reafirman que la narrativa digital puede transformar cualquier evento en un fenómeno viral.
Marcas que se reinventan y captan la atención
Lacoste, la icónica marca francesa fundada en 1933, sorprendió al mundo al sustituir temporalmente su legendario cocodrilo verde por una cabra. Este cambio responde a una estrategia vinculada con Novak Djokovic, embajador de la marca desde 2017 y considerado por muchos como el “GOAT” del tenis, siglas en inglés de “Greatest Of All Time”. Al reemplazar su emblema tradicional, Lacoste no solo celebra la trayectoria de Djokovic antes del US Open 2025, donde el serbio buscará su 25º Grand Slam, sino que también refuerza su relevancia en un mercado altamente competitivo y demuestra cómo un cambio simbólico puede generar conversación global.
🚨 Breaking : In a Historic move, Lacoste has made a limited edition Goat logo printed Novak Djokovic kits and Accessories.
Iconic 🐊 ➡️ 🐐 pic.twitter.com/rzUrbcewRF
— SK (@Djoko_UTD) August 22, 2025
El movimiento de Lacoste es un ejemplo claro de cómo las marcas pueden vincularse con el deporte de manera creativa. El cocodrilo verde es un símbolo global, y sustituirlo por la cabra no solo homenajea a un atleta, sino que transforma la marca en un generador de tendencias. Este tipo de estrategias muestran que, en la actualidad, la conexión emocional con la audiencia es tan importante como la visibilidad del producto. Las marcas que logran asociarse con íconos y momentos clave del deporte pueden consolidar su presencia en la mente del consumidor, trascendiendo el ámbito de la venta directa.
En paralelo, Naomi Osaka se convirtió en un catalizador de tendencias durante su debut en el torneo. La tenista japonesa presentó un Labubu de 24 kilates, diseñado a medida para ella por el estudio creativo A-Morir Studio, que colgaba de su mochila deportiva. Este accesorio no solo destacó por su valor y personalización, sino que también se convirtió en un fenómeno viral, mostrando cómo los deportistas pueden ser embajadores naturales de marcas influyentes. Y es que, Osaka, de origen japonés es reconocida por su estilo disruptivo dentro de la cancha, por lo que no dudó en combinar un conjunto deportivo rojo de Nike con detalles brillantes y trenzas adornadas con flores, logrando que la atención mediática se centrara tanto en su performance como en la estética de sus accesorios.
.@BillieJeanKing you’re going to love the name of @naomiosaka‘s Labubu 😃 pic.twitter.com/rLMYfAD0YQ
— US Open Tennis (@usopen) August 27, 2025
El Labubu que Osaka presentó, bautizado como “Billie Jean Bling”, demuestra cómo pequeños objetos pueden transformarse en símbolos de tendencia cuando se integran a eventos de alto impacto. La exposición que obtiene una marca cuando un deportista de talla mundial lleva un accesorio personalizado frente a miles de espectadores y millones de seguidores digitales es incomparable.
Controversias y narrativa digital: oportunidades para la estrategia de marca
El US Open 2025 también ha estado marcado por episodios polémicos que muestran cómo el escrutinio digital puede afectar tanto a individuos como a marcas. El empresario polaco Piotr Szczerek fue etiquetado como el “villano del US Open” después de arrebatarle una gorra a un niño, un incidente que rápidamente se viralizó generando críticas no sólo para el CEO sino también para su empresa polaca.
🚨UPDATE: Polish CEO Mr. Szczerek of the private company Drogbruk, who grabbed a hat intended for a child on live TV at the US Open, breaks his silence.
“”I understand that some people might not like it, but please, let’s not make a global scandal out of the hat. It’s just a… https://t.co/ecpKA7yFwC pic.twitter.com/PQRhOjYkXK
— I Meme Therefore I Am 🇺🇸 (@ImMeme0) August 31, 2025
Estos eventos evidencian un fenómeno clave en la era digital donde cualquier acción puede convertirse en un momento de visibilidad masiva, para bien o para mal. Para las marcas, esta realidad ofrece oportunidades estratégicas. Un evento viral puede transformarse en un punto de conexión con la audiencia, siempre y cuando se maneje con creatividad y comunicación efectiva. El US Open, al combinar deporte, celebridades y marketing, se posiciona como un escenario ideal para experimentar con estrategias de branding, storytelling y experiencias personalizadas que generen tendencias.
El torneo también permite a las marcas probar conceptos innovadores de engagement. Las activaciones en el estadio, los accesorios personalizados y las colaboraciones inesperadas no solo generan contenido para redes sociales, sino que también crean momentos memorables que el público comparte y replica. Así, Lacoste y Labubu no solo aumentan su visibilidad, sino que consolidan su relevancia cultural, transformando cada interacción en una oportunidad de tendencia.
El US Open 2025 demuestra que la cancha es solo el comienzo. Las marcas que logran combinar creatividad, innovación y un profundo entendimiento de la audiencia pueden transformar un torneo de tenis en un momento de tendencias globales. Desde la audaz adaptación de Lacoste hasta la visibilidad viral de Labubu y la atención mediática generada por episodios polémicos, el evento muestra que cada movimiento estratégico puede marcar la pauta para nuevas tendencias de marca y redefinir la forma en que las empresas conectan con su público.
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