- El precio mínimo para el tomate bola se estableció en 0,95 dólares por kilo, mientras que el tomate Roma quedó en 0,88 dólares.
- En 2024, las exportaciones mexicanas de tomate a Estados Unidos alcanzaron 3,230 millones de dólares, según datos oficiales.
- Desde 1996 se han firmado cinco acuerdos de suspensión entre México y EE. UU. para regular el comercio de tomate fresco.
México fija un nuevo esquema para el comercio exterior del tomate
El gobierno de México publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo que establece precios mínimos de exportación para el tomate fresco. La medida, respaldada por todas las asociaciones de productores que participan en el mercado de exportación, busca proteger la producción nacional y mantener el orden en el comercio exterior, luego de que Estados Unidos impusiera una cuota antidumping de 17,09% a la mayoría de las importaciones mexicanas.
El acuerdo, emitido conjuntamente por las secretarías de Economía y de Agricultura, se presenta como una respuesta inmediata a la terminación, en julio de 2025, del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping de 2019.
Este instrumento había permitido evitar la imposición de derechos compensatorios siempre que México cumpliera con ciertos precios y condiciones de exportación, publica El Economista este lunes.
A partir de ahora, los precios mínimos (en dólares por kilo) quedan definidos así:
- Tomate cherry: 1,70
- Tomate bola: 0,95
- Tomate bola con tallo: 1,65
- Tomate bola en racimo: 1,70
- Tomate Roma (saladette): 0,88
- Tomate grape (uva) y otras variedades especiales: 1,70
Un conflicto comercial con tres décadas de historia
La disputa por el tomate fresco entre México y Estados Unidos no es nueva. En 1996, productores estadounidenses alegaron que las importaciones mexicanas se vendían a precios injustos, causando daños a su industria. Desde entonces, se han firmado cinco acuerdos de suspensión (1996, 2002, 2008, 2013 y 2019) con el objetivo de eliminar el efecto perjudicial del dumping y evitar litigios prolongados.
El mecanismo de 2019 incluía la obligación de vender por encima de precios mínimos y reducir al menos en 85% el dumping detectado. Sin embargo, contemplaba una cláusula que permitía a cualquiera de las partes retirarse con 90 días de aviso. El Departamento de Comercio de Estados Unidos utilizó esta disposición para dar por terminado el acuerdo, reactivando la investigación y estableciendo la actual cuota antidumping.
En 2024, México exportó tomates frescos a Estados Unidos por un valor de 3,230 millones de dólares, según cifras del Departamento de Comercio de Estados Unidos, lo que convierte al país en el principal proveedor externo de este producto para el mercado estadounidense.
Estrategia y posibles efectos en el mercado
La decisión de fijar precios mínimos no busca limitar los volúmenes de exportación ni establecer precios máximos, sino mantener un piso que evite la subvaluación del producto. Según el gobierno mexicano, los precios serán revisados anualmente o antes si las condiciones de mercado cambian.
Para el sector exportador, este esquema implica ajustes inmediatos, ya que los nuevos precios representan incrementos cercanos al 40% en el tomate redondo tipo bola y de 26% en las variedades cherry y uva respecto a los valores establecidos en 2019. La medida podría impactar tanto en la competitividad frente a otros países proveedores como en la percepción del consumidor estadounidense sobre el valor del tomate mexicano.
Más allá de la relación con Estados Unidos, el contexto actual podría acelerar estrategias de diversificación de mercados. Canadá, Europa y algunos países de Medio Oriente se perfilan como opciones para reducir la dependencia de un solo destino y minimizar el riesgo de futuros conflictos comerciales.
En un escenario donde el comercio agrícola es cada vez más sensible a factores políticos y regulatorios, la capacidad de adaptación y la construcción de valor de marca serán determinantes para el futuro del tomate mexicano en el exterior.
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