
Un total de 2 mil 400 trabajadores perderán su empleo con el cierre de la planta de Nissan Civac en Morelos. La noticia, anunciada oficialmente por la empresa, forma parte de su estrategia global Re:Nissan y se ejecutará en el año fiscal 2025.
La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, expresó su consternación. Aseguró que su administración trabaja para evitar que los trabajadores queden desamparados. Calificó el cierre como una pérdida económica y simbólica para el estado.
Nissan Civac: una salida que no es por inseguridad
La mandataria estatal descartó que el cierre esté vinculado a problemas de inseguridad o conflictos laborales. Aclaró que se trata de una reestructuración internacional. Nissan también cerrará otras plantas fuera de México como parte de su reordenamiento.
El gobierno estatal está en búsqueda de acuerdos con otras armadoras. El objetivo es reubicar a los trabajadores y generar nuevas fuentes de empleo. La gobernadora también mencionó que están abiertos a recibir nuevas empresas.
Nissan Civac: silencio entre los trabajadores
Pese a la magnitud del anuncio, los trabajadores de Nissan Civac no han dado declaraciones. En una asamblea extraordinaria convocada por el sindicato, ninguno quiso hablar con la prensa. El silencio contrasta con la agitación social en el estado.
El sindicato confirmó que Nissan ofrecerá liquidaciones conforme a la ley. Sin embargo, buscará que la empresa otorgue una compensación del 150 %, en reconocimiento a los años de servicio y el impacto de la decisión.
¿Qué sigue para Morelos?
El gobierno mantiene diálogo con el secretario de Economía, Marcelo Ebrard. La meta es atraer nuevas inversiones al estado, aprovechando la infraestructura que dejará la automotriz japonesa.
El secretario de Gobierno, Juan Salgado Brito, insistió en que el cierre no es culpa de conflictos internos. Dijo que el gobierno no está paralizado. Se activan gestiones para mantener la economía estatal a flote.
La salida de Nissan marca el fin de una era industrial para Morelos. Por más de 50 años, la planta fue fuente de estabilidad para miles de familias. Ahora, el reto es responder con rapidez.
El futuro es incierto. Los trabajadores esperan justicia. El estado busca respuestas. Y Nissan, sin mirar atrás, avanza en su reestructuración.