Después de lanzar bombas molotov a vehículos y vandalizar salas de exposición, los manifestantes de Tesla ahora apuntan al nuevo restaurante retrofuturista de Elon Musk cerca de Hollywood, incluso mientras las filas de clientes dan la vuelta a la manzana.
Y es que en una era donde los consumidores tienen una voz más potente que nunca, los boicots hacia las marcas se han convertido en una herramienta de presión con un impacto significativo en la reputación, las ventas y la sostenibilidad de las empresas. A través de redes sociales y movimientos organizados, los clientes han demostrado que su poder de compra es también una forma de exigir responsabilidad y alineación con sus valores.
El fenómeno del boicot no es nuevo, pero en el mundo hiperconectado actual, sus efectos se magnifican. Según un estudio de Edelman Trust Barometer 2024, el 58 por ciento de los consumidores están dispuestos a boicotear una marca cuyos valores no se alineen con los propios. Este dato refleja un cambio en la relación entre empresas y clientes, donde la transparencia, la ética y la responsabilidad social son cada vez más valoradas.
Ahora manifestantes atacan nuevo restaurante de Musk
Con globos inflables altos diseñados para parecerse a Musk, con camisetas de la marca Tesla y gorras negras MAGA, imitaron el saludo nazi mientras los manifestantes coreaban; “Hey hey, ho ho, ¡Elon Musk tiene que irse!”.
En videos publicados en las redes sociales, se puede ver a un manifestante tendido en el frente de un Cybertruck y haciendo un gesto obsceno en un intento de disuadir a los clientes de ingresar al estacionamiento del restaurante.
Los fanáticos de Musk también aparecieron en masa y un cliente en YouTube afirmó que había esperado 11 horas para que abriera el restaurante.
En un video en línea se pueden ver fácilmente más de 20 vehículos amontonados alrededor de la cuadra mientras los clientes esperaban para hacer sus pedidos, mientras que los informes de la semana pasada describieron filas de al menos 100 personas .
Durante meses, Musk se ha enfrentado a la indignación de los manifestantes en los concesionarios de Tesla en todo el país tras los severos recortes de financiación gubernamental.
Unos 75 manifestantes se reunieron el sábado en el restaurante Tesla abierto las 24 horas, que abrió sus puertas abruptamente la semana pasada después de años en los que Musk promocionaba su visión de un “restaurante de rock, patines y autocine de la vieja escuela”.
Inflatable Elon Musks doing a Nazi salute have been put up outside the Tesla diner in Hollywood pic.twitter.com/lioai56Gd6
— Jonathan Green (@johngreenla) July 27, 2025
Las estaciones de carga para vehículos eléctricos rodean el estacionamiento del restaurante Tesla, que tiene una puerta de entrada que parece un portal brillante y rayas rojas de neón en la parte superior del edificio.
Los robots humanoides Optimus de Tesla llenaron cajas de palomitas de maíz frescas en la inauguración, mientras que a los clientes se les sirvieron hamburguesas en cajas Cybertruck y tocino glaseado con arce por 12 dólares.
Hay un balcón envolvente en la cubierta superior del comedor con mesas y sillas donde los clientes pueden disfrutar de una cena y una película, mientras que una pantalla grande en el estacionamiento reproduce películas completas cada noche.
“Este es el defensor antitransgénero más reconocido del mundo, quien acaba de abrir un restaurante en West Hollywood. La comunidad no apoya mucho a Elon”, declaró a CNN Joel Lava, quien lideró las protestas en el restaurante.
Si bien la asistencia a las protestas contra el Tesla Takedown alcanzó su punto máximo en marzo, las manifestaciones “se han mantenido fuertes”, afirmó Lava.
Hasta el lunes, el sitio Tesla Takedown enumeraba 45 protestas próximas. Nuestro mensaje principal es que Tesla financia el fascismo. Elon Musk, a través de DOGE, ha destruido nuestras agencias gubernamentales y los empleos de la gente, y hay personas que mueren en todo el mundo por su culpa, añadió Lava.
La marca Tesla ya ha sufrido daños significativos debido a las protestas, dijo. La semana pasada, el fabricante de automóviles informó su peor caída de ventas en una década y ganancias que no alcanzaron las estimaciones de Wall Street.
Tesla también ha estado perdiendo constantemente participación en el mercado extranjero frente a rivales chinos, como el fabricante de vehículos eléctricos BYD.
Pero los ejecutivos de la empresa se han centrado en el futuro de la empresa durante las presentaciones de resultados, alardeando de sus robots humanoides Optimus y sus robotaxis.
Sin embargo, estas oportunidades son apuestas costosas y riesgosas, y se espera que Tesla pronto sienta más dolor por los aranceles del presidente Trump y el fin de los créditos fiscales federales para vehículos eléctricos.
Las acciones han caído más de un 15 por ciento en lo que va del año, mientras que la mayoría de las acciones tecnológicas y el Nasdaq han estado en alza.
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