- Claro, Entel y WOM han presentado ofertas no vinculantes para adquirir Telefónica Chile. Todo es parte de la estrategia de desinversión del grupo Telefónica en Hispanoamérica.
- La valoración estimada de Telefónica Chile está entre USD 1,200 y 1,300 millones, aunque tiene una deuda de poco más de USD 1,020 millones.
- Entel lidera la telefonía móvil en Chile con el 35% de cuota; Claro-VTR domina en internet fijo (29%) y televisión de pago (38%).
Telefónica Chile está en el centro de una contienda que podría redefinir la competencia de telecomunicaciones de ese país. Con la mexicana Claro como una de las interesadas, junto con la estatal Entel y WOM, la venta de la filial de Movistar promete mover fichas importantes en estrategia de marca, cobertura de red e inversiones futuras.
Ofertas no vinculantes y etapas del proceso
Hace unos días, Entel, Claro (empresa del grupo América Móvil) y WOM presentaron ofertas preliminares no vinculantes para comprar Telefónica Chile, publicó el medio español Cinco Días.
Este tipo de ofertas permiten a los interesados iniciar el proceso de due diligence, es decir, examinar con lupa los activos, deudas, obligaciones regulatorias y riesgos operativos de la empresa.
Se espera que las ofertas vinculantes sean entregadas en octubre y que la operación, de concretarse, se cierre hacia diciembre de 2025.
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Telefónica valora sus operaciones en Chile en unos USD 1,200 y 1,300 millones; sin embargo, la deuda, estimada en USD 1,020 millones, limita el monto real a entregar en efectivo por parte de un comprador.
Claro en la pelea: qué podría ganar
Claro tendría varias ventajas si logra llevarse la compra de Movistar Chile. Por un lado, reforzar su cobertura y servicios integrados: Claro-VTR ya tiene presencia fuerte en internet fijo y televisión de pago. Integrar redes y activos de Movistar podría traducirse en sinergias técnicas y mayor capacidad de mercado.
Por otro lado, Claro incrementaría su base de clientes móviles frente a Entel y WOM, lo que le permitiría mejorar economías de escala, bajar costos de adquisición y ampliar ofertas convergentes (móvil + internet + TV).
Asimismo, si compra Telefónica Chile, fortalecerá su posición de marca frente a Movistar, que hasta ahora ha sido la tercera en varios segmentos. Con la adquisición, Claro podría disputar de tú a tú en todos los frentes.
No obstante, ese escenario enfrenta varios obstáculos: cumplimiento regulatorio, la necesidad de financiación adecuada, la negociación de la deuda y la integración operativa, tanto a nivel técnico como cultural.
Impacto para usuarios, marca y competencia
Para los consumidores y para la industria, los efectos podrían sentirse pronto:
- Cambios en planes y tarifas: Movistar Chile podría sufrir ajustes de marca, portabilidad o planes si un nuevo dueño decide reorganizar su oferta. Las campañas de fidelización y retención podrían intensificarse.
- Presión regulatoria: autoridades de competencia vigilarán que la operación no dañe la libre competencia, especialmente si Claro logra controlar partes críticas de infraestructura fija o servicios clave.
- Reconfiguración del escenario de televisión paga, internet fijo y móvil. Con Claro‑VTR ya líder en TV de paga con 38% de cuota, según los datos del trimestre reciente, el movimiento podría consolidar aún más su dominio si se absorbe lo que hoy es Movistar.
Disputa en Chile
La puja por Telefónica Chile deja en claro que el mercado de telecomunicaciones en ese país está entrando en una fase de transformación avanzada.
Claro aparece como una apuesta que podría cambiar la tabla competitiva con Movistar reubicado, Entel reforzado y WOM al acecho. El seguimiento de este proceso no será sólo financiero: es estratégico, de marca y de cómo los usuarios verán la oferta de telecomunicaciones en los próximos años.
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