Cerca de 10 mil personas se manifestaron este lunes en Nueva York contra las políticas inmigratorias del presidente Donald Trump, así como para subrayar la aportación de los inmigrantes a la economía del país.
La protesta, realizada en el marco del Día Internacional del Trabajo, hizo eco de una serie de actos en todo Estados Unidos a favor de los trabajadores inmigrantes, con el objetivo de resistir políticas que podrían significar la deportación de millones de personas.
Con pancartas como “Estados Unidos funciona con inmigrantes”, “Levántate y resiste” o “Mantengamos a las familias unidas”, la manifestación estuvo marcada por la nutrida asistencia de trabajadores inmigrantes organizados en sindicatos.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, fue uno de los oradores del acto; reafirmó la naturaleza de la urbe como “santuario” para los inmigrantes y su rechazo a las políticas de deportación masiva de Trump.
Expresó que “los inmigrantes hacen más fuerte a Nueva York”, que es considerada además como la megalópolis más segura de Estados Unidos, lo que contradice la tesis esgrimida por Trump de que la inmigración indocumentada genera crimen.
“Nuestras voces son más fuertes que las voces de quienes apoyan a Trump”, aseguró, y en referencia a las políticas migratorias del gobierno federal, finalizó con la frase en español: “no se puede, no se puede, no se puede”.
Donald Trump llegó a 100 días en el poder con uno de los niveles más bajos que haya tenido un presidente de ese país en los últimos 20 años, comparándolo con los momentos más difíciles de Barack Obama, George Bush o Bill Clinton, antecesores del exempresario.
Entre los temas que han generado daño político al mandatario se encuentran su posición proteccionista y antiinmigrante, además de sus supuestas colaboraciones con el gobierno de Rusia, señalamientos que han generado, en menos de tres meses de gobierno, la destitución de colaboradores cercanos (Michael Flynn y Steve Bannon, ambos en seguridad).
El tema inmigratorio ha tenido reveses por parte del Congreso y el Poder Judicial estadounidenses, oponiéndose a órdenes ejecutivas del presidente a favor de vetos inmigratorios a países con presencia musulmana y a los trámites para la edificación del muro fronterizo con México.
Otro de los “topes políticos” que ha enfrentado Trump, es la postura de las ciudades santuario (para inmigrantes), ya que se han opuesto a las medidas que han sido emitidas en la Casa Blanca, debilitando más a la administración.
Fuera del medio político, sectores como el entretenimiento (Hollywood) y el tecnológico (Sillicon Valley) también han fijado una postura tajante contra el mandatario, provocando así que la retórica antiinmigrante se modere un poco, o bien se replanté para una nueva ofensiva.