Organizado para FIReLEAGUE, este evento no buscó replicar los formatos tradicionales, sino crear un espacio imposible capaz de captar la atención de nuevas generaciones, marcas y medios.
El torneo contó con la participación de 24 jugadores internacionales —de equipos como 9Z, Imperial, Bestia y Sharks— y reunió a más de 200 invitados presenciales, entre influencers, periodistas y ejecutivos. La transmisión alcanzó un pico de más de 45,000 espectadores en vivo y acumuló el equivalente a 6.3 puntos de rating en plataformas como Twitch y YouTube.
“El desafío fue llevar los esports a un lugar absolutamente inusual, con condiciones técnicas totalmente adversas (conectividad, logística, capacidad energética, etc.), pero en sintonía con lo que buscan las nuevas generaciones: experiencias disruptivas. Ver un torneo en un estadio ya no sorprende”, comentó Gabriela Naiman, Managing Director de FIReSPORTS.
“Los esports ya no son un nicho: son un laboratorio de negocios. Quienes apuesten por formatos disruptivos —aunque despierten escepticismo— serán quienes definan las nuevas reglas del mercado y los nuevos tipos de patrocinio”, agregó Angélica Tafoya, Project Leader de C3NTRAL.GG.