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4 lecciones de marketing que nos enseñó ‘Bohemian Rhapsody’

  • Bohemian Rhapsody es una película sobre la vida de Freddie Mercury y su banda de rock, Queen. Tomó ocho años de producción y en este 2018 se estrenó en cines. 

  • En mercados locales, como Estados Unidos, la película espera alcanzar 160 millones de dólares en taquilla para el Día de Acción de Gracias.

  • Lee: Bohemian Rhapsody acapara las tendencias

Freddie Mercury, vocalista de la banda de rock británica Queen, es uno de los más grandes iconos de la música en la era moderna. Tanto como se ha mostrado en la última biopic de su vida, Bohemian Rhapsody.

Como era de esperarse, uno de los artistas más multifacéticos de la historia, junto con una de las bandas de rock más conocidas en el mundo tiene tras de sí enorme cantidad de acciones y hechos relacionados al marketing, los cuales se deben explicar.

Y el éxito no sólo se remite a su polémico vocalista originario de Stone Town (Tanzania). Hasta el momento, Queen se encuentra en el puesto número 18 de los artistas con mayor cantidad de venta de productos licenciados en toda la historia (Statista).

Por lo tanto, el filme tiene un punto de partida amplio que se debe considerar. Aunque la audiencia debe tomar en cuenta que resulta imposible mostrar la legendaria carrera de la banda por completo, en tan solo dos horas de duración.

La película aborda el periodo entre la formación de la banda, en la década de los 70, hasta la muerte de Mercury, en 1991. Y hace énfasis en el momento más decisivo de Queen, que llegó con el lanzamiento de la canción “Bohemian Rhapsody”, en 1975.

Bohemian Rhapsody, para la audiencia

Bohemian Rhapsody ha sido una de las películas que más expectativa han despertado esta temporada. Desde su estreno el viernes 2 de noviembre, el filme de la 20th Century Fox, dirigida por Bryan Singer —y Dexter Fletcher, quien reemplazó al director en la última parte de la filmación— ha estado en boca de todos en Internet.

El papel de las redes sociales ha sido importante. #BohemianRhapsody y #FreddieMercury fueron los hashtags más utilizados el fin de semana, con lo que las audiencias expresaron sus opiniones y comentarios sobre la película.

Hasta el momento, y de acuerdo con datos de IndieWire, ha recaudado 50 millones de dólares en su primer fin de semana, en taquilla local (Estados Unidos y Canadá). Además, se espera que para el Día de Acción de Gracias, la cinta alcance 160 millones de dólares.

En cuanto al panorama mundial, ha alcanzado los 92 millones de dólares. Fuera de Estados Unidos, Francia, con 7.7 mdd, México, 5.8 mdd y Alemania 5.7 mdd son sus más poderosos mercados. Incluso en Holanda ya se posicionó como el mayor debut en la historia para la 20th Century Fox.

Aunque Bohemian Rhapsody no es una obra maestra del séptimo arte (apenas suma 59 por ciento en RottenTomatoes), es una gran propuesta decorativa que deja algunas lecciones para el sector en el que nos encontramos.

Lecciones de Marketing de Bohemian Rhapsody

1. En marketing, como en la vida, hay que arriesgarse

Cuando una película pasa ocho años en producción, no se augura nada bueno. Especialmente si la misma cambia de director de un día para otro cuando está a punto de finalizar la filmación.

Desde el primer anuncio hasta la noche de estreno, Bohemian Rhapsody era una apuesta arriesgada. Tras el fracaso de The Doors (1991) con Val Kilmer como protagonista, los grandes estudios ya no veían con buenos ojos cualquier intento de contar la historia de una banda de rock.

Y sin embargo, hoy el éxito es claro. Parece que la película sobre la vida de Freddie Mercury está por convertirse en la cinta biográfica musical más exitosa de todos los tiempos.

Quizá, todo se debe a la participación de Brian May y Roger Taylor, miembros originales de la banda, ya que fueron productores del largometraje para apegarse más a la realidad.

2. Nostalgia y melancolía, éxito garantizado

La espera ya se había alargado demasiado, y los melancólicos fans de Queen no podían aguantar más para ver a sus ídolos retratados en pantalla grande. Esto se vio reflejado en el promedio de edad que tenía el público que asistió a las funciones de Bohemian Rhapsody este fin de semana: la mayoría rondaba los 35 años, y poco más.

Esto quiere decir que la nostalgia ha jugado un papel importante para el consumo de la película. A esta etapa previa al estreno se sumaron muchas personas que no conocen con mayor exactitud el género del Rock & Roll, y sin duda se les dio una oportunidad de acercarse a una de las bandas más importantes de la historia.

La biopic de Freddie Mercury y Queen suma 122.5 mdd globales este fin de semana, con lo cual se demostró que los elementos del pasado son algo que las personas aman: desde Queen hasta la (ya no tan reciente) película de Venom, es algo la industria busca aprovechar cada vez más con mayor frecuencia.

3. ¿Hablarle al nicho? Ya no más 

De acuerdo con libros autobiográficos y muchos testimonios, Freddie Mercury no tuvo un estilo de vida “apto para la clasificación PG-13”. Sin embargo, Bohemian Rhapsody es una película que quiere hablarle a todos, incluyendo los niños mayores de 12 años.

Destilar a Queen para que se adapte a una narrativa biográfica conveniente fue clave. Acercarse a la mayor cantidad de público posible, también. Si bien se pudo lograr esta situación, tuvo graves consecuencias: eliminar gran parte de los hechos históricos que hizo.

Freddie Mercury era gay, escribió grandes himnos de música pop, adoraba a Aretha Franklin y Luciano Pavarotti y nunca actuó como si eso fuera algo extraño. Incluso fue parte importante de su presentación y marca personal frente a la audiencia.

Marcó un parteaguas con lo que pudo borrar los límites entre la lucha de género y las normas sociales establecidas.

4. La fiebre por los anuncios, no es funcional

El estrellato hace señas. Los pósters de la película mostraban cierta actitud desafiante, algo más dinámico. Cuando se presentó la película, todo sigue un orden, como un reloj: acción tras acción sin cambios notables. La producción de la película se siente con muchos patrones para los filmes del mismo estilo.

De hecho, Mike Myers interpreta a Ray Foster, ejecutivo de la compañía discográfica que no le ve potencial a la canción “Bohemian Rhapsody”. Este se presenta como un personaje cómico, creado para que la película incluya y reproduzca el estereotipo.

El villano de la historia es Paul Prenter (Allen Leech), manager de Mercury y su amante de 1977 a 1986. En el filme, es retratado como una persona que le proporcionó todos los “malos vicios”: bebida, drogas y parejas sexuales.

Finalmente, la película comienza y termina en el concierto de Wembley. Parece que esa fue la culminación de la vida y carrera artística de Freddie, pero lo cierto es que su profesión sobreviviría seis años más y continuaría tocando con la banda.

Dentro del filme, lo de Wembley es una conclusión y lo demás queda para los créditos finales.

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