Un grupo bipartidista de once senadores interrogó al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, tras revelaciones explosivas sobre sus chatbots de inteligencia artificial, que aparentemente podían mantener conversaciones “románticas” con niños. Entre los ejemplos más alarmantes, se reporta que un bot le dijo a un niño de ocho años sin camisa “cada centímetro de ti es una obra maestra”.
Los legisladores Brian Schatz, Ron Wyden, Chris Coons, Josh Hawley y Katie Britt criticaron duramente las políticas internas de la compañía, calificándolas como “profundamente perturbadoras”. “El bienestar de los niños no debe sacrificarse en la carrera por el desarrollo de la IA”, señalaron en su carta a Zuckerberg, que también fue firmada por otros seis senadores.
La indignación sigue a un reporte de Reuters que examinó un manual interno de 200 páginas de Meta, donde se permitían comportamientos impactantes de los bots con menores. Entre los hallazgos más preocupantes: los bots podían describir a los niños como atractivos y participar en intercambios coquetos, incluso cuando estaban parcialmente desnudos. Solo se prohibieron descripciones sexualizadas de niños menores de 13 años en contextos explícitamente sexuales.
Meta respondió a la controversia mediante su portavoz, Andy Stone, asegurando que los ejemplos eran “erróneos e inconsistentes con nuestras políticas” y habían sido eliminados. Sin embargo, admitió que la aplicación de estas normas seguía siendo irregular.
El documento también reveló permisos sorprendentes más allá de interacciones con menores: los bots podían ayudar a los usuarios a generar contenido racista, difundir información médica falsa o crear afirmaciones escandalosas sobre figuras públicas, siempre que se indicara que eran falsas. Incluso se incluían pautas específicas para la generación de imágenes de celebridades sexualizadas, con ejemplos tan insólitos como mostrar a Taylor Swift “sosteniendo un enorme pez” para evitar desnudos.
Evelyn Douek, profesora de Derecho de Stanford, advirtió que, aunque legalmente aún no se tiene claridad, estas prácticas representan un problema ético y moral que distingue a las plataformas que moderan contenido de las que lo generan activamente.
Los senadores exigieron que Meta prohíba inmediatamente la publicidad dirigida a menores, implemente sistemas de derivación a salud mental e invierta en investigaciones sobre el impacto de los chatbots en el desarrollo infantil.
La revelación pone en jaque la reputación de Meta y abre un debate sobre los límites de la inteligencia artificial y la responsabilidad de las empresas tecnológicas frente a los más vulnerables.
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