
Desde La Mañanera del Pueblo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, habló sobre la postura que tendrá su gobierno tras la imposición de aranceles del 50% al acero y aluminio mexicano por parte de Estados Unidos.
Esta medida, calificada de injusta y sin sustento legal desde la perspectiva oficial, activa una estrategia clara de defensa económica y laboral.
Sheinbaum Pardo señaló que la acción arancelaria estadounidense se basa en un supuesto déficit comercial mexicano en acero y aluminio.
La presidenta manifestó que México importa más de lo que exporta en estos materiales. A pesar de la buena colaboración entre ambos países, incluso en temas de seguridad, la mandataria precisó que esta situación plantea un pretexto por parte de Estados Unidos para una acción perjudicial.
Aranceles: Protección del Empleo y la Industria
Para la Presidenta Sheinbaum Pardo, la protección del empleo y la fuerza de la industria nacional constituyen prioridades absolutas. Un arancel del 50% representa una afectación profunda para el sector del acero y el aluminio.
La mandataria recordó cómo un 25% de arancel ya implicó desafíos que México pudo resolver disminuyendo importaciones de otras regiones del mundo.
El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Economía que encabeza Marcelo Ebrard sostiene reuniones constantes con las Cámaras de la Industria del Acero y Aluminio.
Aunque México y Estados Unidos ya lograron acuerdos especiales sustanciales para el país, la actual situación exige una resolución rápida para evitar un daño mayor a estos sectores
¿Qué hará México sobre los aranceles?
La Presidenta Sheinbaum Pardo advirtió que si no hay un acuerdo justo en las negociaciones actuales, su gobierno anunciará nuevas medidas la próxima semana.
Dicha estrategia no busca una “retaliation” o venganza; busca la protección vital de la industria y los empleos. México debe preservar su fortaleza y resguardar su economía.
Sheinbaum Pardo destacó que la industria del acero posee una historia profunda en México y genera innumerables empleos. La defensa de este sector clave, al igual que el del aluminio y los empleos vinculados, se considera esencial.