Valorados e integrados, los diseñadores gráficos pueden convertirse en el aliado ideal de las estrategias de venta. Sin embargo, en muchas ocasiones son ignorados y subestimados por los equipos de marketing, catalogados como simples proveedores de estéticas atractivas. Dos puntos son clave: la necesidad real de aumentar el nivel de coparticipación de los diseñadores durante todas las etapas previas a un lanzamiento y, por el otro, la necesidad de que el conocimiento técnico básico que existen en el desarrollo de proyectos sea dominado con mayor precisión por parte de los mercadólogos.