En un entorno económico cada vez más cambiante, el comportamiento de compra de los consumidores se ha convertido en un barómetro clave para medir la salud del mercado. Ahora se dio a conocer que adiós a tu tienda favorita y este supermercado cerrará sucursales pronto.

De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el consumo privado en México representa aproximadamente el 70 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Esta cifra muestra con claridad cómo las decisiones de compra individuales —desde la elección de una marca de leche hasta la compra de un automóvil— tienen un efecto acumulativo crucial para el crecimiento económico.

Durante el primer trimestre de 2025, las ventas minoristas crecieron un 4.8 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, impulsadas principalmente por un repunte en la confianza del consumidor, según cifras de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD). Este aumento se ha visto favorecido por una inflación moderada, menores tasas de interés y campañas promocionales agresivas tanto en línea como en tiendas físicas.

Este supermercado cerrará sucursales pronto

En una decisión que refleja las tensiones actuales del sector minorista en Estados Unidos, la cadena de supermercados Kroger anunció el cierre de 60 tiendas en los próximos 18 meses, lo que representa cerca del 5 por ciento de sus mil 239 establecimientos distribuidos en 16 estados. Aunque no se han revelado las ubicaciones específicas de las sucursales afectadas, la empresa adelantó que los recortes responden a un plan de reestructuración que busca mejorar la eficiencia operativa y reinvertir en las unidades más rentables.

El anuncio se dio a conocer en paralelo con la presentación de los resultados financieros del primer trimestre de 2025, en los que Kroger reportó ventas por 45 mil 100 millones de dólares, una ligera baja respecto a los 45 mil 300 millones del mismo periodo en 2024. Además, la compañía reconoció un cargo por deterioro de 100 millones de dólares vinculado directamente con el plan de cierres.

Erin Rolfes, directora de Relaciones con los Medios de Kroger, subrayó que “se espera un beneficio financiero modesto” derivado de estos cierres, pero aseguró que “los ahorros serán reinvertidos para enriquecer la experiencia del cliente”, con énfasis en mejorar el servicio en las tiendas restantes. La compañía dejó en claro que esta decisión no impactará la guía financiera anual.

Más allá de las cifras, la medida expone un fenómeno más amplio: el declive sostenido de las tiendas físicas en un entorno cada vez más dominado por el comercio electrónico, las plataformas de descuento y los cambios en los hábitos del consumidor. Kroger, con fuerte presencia en estados como Ohio, Texas, Georgia e Indiana, enfrenta la misma presión que muchas otras cadenas tradicionales: márgenes reducidos, inflación, altos costos laborales y un consumidor más digital.

Asimismo, Kroger informó que ofrecerá opciones de reubicación para los empleados de las tiendas afectadas, aunque hasta el momento no ha proporcionado detalles sobre los mecanismos de apoyo o protección de salarios. A pesar de las incertidumbres laborales, la empresa reafirmó su compromiso con los trabajadores y la comunidad, aunque sin revelar el listado de tiendas que cerrarán.

Mientras tanto, la compañía ha expresado su intención de redirigir los recursos hacia áreas de crecimiento como el comercio electrónico, productos frescos y la división farmacéutica, sectores en los que se han registrado incrementos en ventas, aunque con márgenes aún estrechos.

El cierre de tiendas por parte de Kroger se inserta en un contexto de profunda transformación del retail. Si bien puede percibirse como una señal de contracción, también refleja una adaptación estratégica frente a las nuevas exigencias del mercado. Reducir su presencia física no necesariamente implica una pérdida de relevancia, sino un reposicionamiento hacia modelos de negocio más ágiles, centrados en el cliente y apoyados en tecnología.

A medida que se redefine el equilibrio entre el canal físico y el digital, Kroger —como muchas otras grandes cadenas— apuesta por consolidar sus operaciones y elevar la calidad del servicio en puntos de contacto más rentables. El reto estará en mantener la lealtad de sus consumidores, brindar claridad a sus empleados y demostrar que la reestructuración no es sinónimo de retroceso, sino de evolución.

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