Después del desafortunado incidente en el que el público de Río 2016 abucheó al medallista de plata en salto con garrocha, de nacionalidad francesa, Renaud Lavillenie, una historia más agradable llega a ocupar los reflectores a escasos días de la finalización de los Juegos Olímpicos.
Esta vez ocurrió en la prueba de los 5 mil metros, donde la corredora estadounidense Abbey D’Agostino ha ayudado a la neozelandesa Nikki Hamblin ha levantarse y terminar la competencia, después de que Hamblin sufriera de calambres, lo que provocó su caída, en la cual también hizo que se tropezara la estadounidense.
👏🏽🏅¡GRAN GESTO DE DEPORTIVIDAD!👏🏽🏅 Hamblin y D’Agostino dieron una muestra excelente de deportividad en #Rio2016. pic.twitter.com/WyR6V2FNco
— El Toque Futbolero (@ElToqueFutbol) 17 de agosto de 2016
Este gesto se ha convertido instantáneamente en uno de los momentos más memorables de Río 2016, junto con la fotografía de Usain Bolt sonriendo o el frenético cierre de los 100 metros para la corredora Shaunae Miller.
En particular el caso de Abbey D’Agostino y Nikki Hamblin, es un claro ejemplo del porqué las marcas buscan anunciarse en Río 2016 o ser patrocinadores oficiales, y es que los valores de unión, esfuerzo y trabajo en equipo son parte del mensaje que buscan proyectar la mayoría de las marcas, y el deporte resulta el concepto perfecto donde se conjugan todos estos elementos.
Ahora habrá que esperar e interpretar los resultados de Río 2016 en cuanto a su alcance mediático, ya que durante los últimos ocho años se ha notado un claro decrecimiento en las audiencias, al menos desde la perspectiva de la televisión.
Sin embargo, también el número de patrocinadores oficiales se ha mantenido a la baja. Tan sólo entre Beijing 2008 y Londres 2012 hubo una caída en los ingresos por patrocinios locales de casi 70 millones de dólares, de acuerdo con información del Comité Olímpico Internacional.