
Las transferencias bancarias en México están a punto de transformarse de manera significativa. A partir de octubre de 2025 entrará en vigor el Monto Transaccional del Usuario (MTU), una nueva medida de seguridad que impactará directamente a millones de clientes y que busca frenar el crecimiento de fraudes digitales en el país.
El MTU funcionará como un candado personalizable, cada usuario podrá decidir cuánto dinero mover en un día, una semana o incluso un mes a través de sus operaciones digitales. Se trata de un límite configurable para transacciones como SPEI, CoDi, pagos de servicios o transferencias entre bancos. Por ejemplo, si una persona establece un tope de 12 mil 500 pesos, cualquier operación menor a esa cifra se procesará de inmediato, pero si intenta superar el monto definido, la aplicación le pedirá modificar su límite o introducir un factor adicional de autenticación.
La medida no es opcional para las instituciones financieras, que deberán ofrecer esta herramienta en sus aplicaciones; sin embargo, sí lo es para los clientes, quienes tendrán la libertad de definir su propio límite o dejar que el banco lo fije de manera automática. Y aquí está el punto crítico: quienes no configuren su MTU antes del 30 de septiembre de 2025 recibirán un tope predeterminado de mil 500 UDIS, equivalentes a unos 12 mil 800 pesos. Para muchas personas este monto puede resultar insuficiente, sobre todo si utilizan sus cuentas para pagar renta, colegiaturas o servicios de mayor valor, lo que podría derivar en bloqueos inesperados o retrasos en operaciones urgentes.
El impacto de las transferencias electrónicas en México
Solo en 2024, el Banco de México reportó que se realizaron más de 2 mil 500 millones de operaciones vía SPEI, con un valor superior a los mil 100 billones de pesos. Estas cifras confirman que las transferencias digitales se han convertido en el principal canal para mover dinero en el país, desplazando a métodos tradicionales como cheques o pagos en ventanilla. El auge del comercio electrónico, el crecimiento de los pagos móviles y la adopción de herramientas como CoDi han consolidado a las transferencias instantáneas como parte esencial de la vida financiera diaria.
Sin embargo, este mismo crecimiento ha traído consigo un aumento en fraudes y ciberataques, que en 2024 representaron miles de quejas ante la Condusef y pérdidas millonarias para usuarios y bancos. Ante este escenario, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) diseñó el MTU como un mecanismo flexible que coloca el control en manos del usuario y limita la exposición de sus cuentas a movimientos sospechosos.
Si bien la implementación de este candado representa un avance en materia de seguridad, también genera un reto para los clientes, estar atentos y anticiparse a configurar el límite adecuado. La ventaja es que el monto puede modificarse cuantas veces se desee y el cambio se aplica de inmediato, lo que permite mayor flexibilidad para quienes necesitan ajustar sus operaciones de forma constante.
En los próximos meses, los bancos intensificarán la comunicación con sus clientes para evitar que el plazo pase inadvertido. La advertencia es clara: quien no configure su MTU corre el riesgo de enfrentar bloqueos en sus transferencias más importantes. A partir de octubre, el dinero seguirá moviéndose en segundos, pero bajo nuevas reglas que exigirán a cada persona asumir un mayor control sobre su seguridad digital en un país donde mover dinero en línea se ha convertido en una necesidad cotidiana.
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