Si de algo padecen las aerolíneas en el país es de una reputación cuestionable por la calidad de servicio que percibe el cliente. Desde la puntualidad y limpieza hasta términos de compra cuestionables son parte de la queja. Ahora estas inconformidades se han visto agravadas por aterrizajes de emergencia, incendios y accidentes que han involucrado a reconocidas marcas del sector.
La tendencia parece no detenerse y ahora la aerolínea queretana Tar Aerolíneas se ha vista envuelta en un problema, luego de que uno de sus pilotos decidiera tomarse una selfie justo antes de aterrizar.
En días recientes, ganó popularidad en redes sociales la fotografía de uno Primer Oficial de la compañía, misma que parece haber sido tomada en la aproximación final hacia la pista 21 del Aeropuerto Internacional de Durango.
En la la fotografía se puede observar el casco de la aeronave a 300 metros de la cabecera 21, lo que hace suponer que el aviador se dio un “tiempo” para tomarse la selfie, hecho que supone un descuido grave en uno de los momentos más críticos de vuelo.
La aerolínea emitió un comunicado en el que indicó:
“En TAR Aerolíneas nos esforzamos todos los días para ofrecer vuelos de calidad, en los que la seguridad de nuestros pasajeros sea siempre lo más importante. Por tal motivo y derivado de la divulgación de una publicación cuyo contenido va en contra de nuestra ética profesional y de nuestros valores, el Primer Oficial involucrado en la situación fue dado de baja de nuestro equipo de trabajo. Compartimos la indignación que esta actitud les ha ocasionado, y reiteramos nuestro compromiso de proteger la seguridad de todos los pasajeros ante cualquier circunstancia”.
El tema no es menor si considera que hablamos de una aerolínea comercial que además de prestar un servicio por el que pagan los usuarios, tiene la responsabilidad de cuidar el bienestar de todos sus pasajeros.
Para mantener su relevancia en el mercado así como el negocio, las aerolíneas nacionales están obligadas a mejorar su servicio al cliente, lo cual incluye capacitar mejor a su personal.
Recordemos que en 2016, Profeco recibió 2 mil 248 quejas contra aerolíneas comerciales. En donde, de 2015 a 2017, los principales reclamos fueron en los rubros de la entrega de producto o servicio, es decir, problemas al abordar, cambios de horario o retrasos en los vuelos, así como devoluciones o bonificaciones y cobros indebidos.