
La pelea del 13 de septiembre de 2025 dejó claro que Terence Crawford fue superior en varios aspectos clave, lo que terminó decantando la balanza en su favor. Aunque Canelo ha sido durante años sinónimo de constancia, fuerza y agresividad, en esta ocasión varios errores tácticos, físicos y de estrategia lo hicieron vulnerables ante el estilo completo del estadounidense.
1. Canelo no entendió el estilo de Crawford
Canelo admitió tras la pelea que no pudo descifrar el estilo de Crawford. Reconoció que el rival tenía “todo”: velocidad, técnica, poder. El plan ofensivo de Alvarez se vio frustrado por los movimientos evasivos, los giros y la capacidad de Crawford para escapar o neutralizar intercambios cuando era presionado.
2. Movimiento y evasión del rival
Crawford fue eficiente evasivamente: mantuvo distancia, esquivó bastante, usó su jab y evitó enfrentamientos prolongados. Eso obligó a Canelo a lanzar muchos golpes que no conectaron o lo dejaron expuesto, y le costó más trabajo encontrar espacios claros.
3. Menor volumen de golpes y precisión
Aunque Canelo conectó golpes potentes, su cantidad total fue inferior. Los reportes muestran que Crawford lanzó más golpes efectivos y fue más constante en la cantidad de combinaciones, lo que marcó diferencia en las tarjetas. Además, la precisión de Canelo sufrió: su eficacia de golpes de poder cayó respecto de peleas anteriores.
4. Dificultades para cerrar distancias
Canelo, acostumbrado a presionar y acorralar rivales, tuvo problemas para imponerse físicamente. Crawford lo mantuvo incómodo con su lateralidad, su rapidez de pies y su estilo counterpuncher, dificultando que Canelo se convirtiera en una amenaza constante de cerca.
5. Problemas físicos y mentales hacia el final
En los últimos rounds, algunos reportes sugieren que Canelo se vio más lento, quizás fatigado, y mentalmente algo frustrado. Hubo momentos de duda, como cuando recibió golpes fuertes y tardó en responder. Esa falta de ritmo permitió que Crawford dominara especialmente la segunda mitad del combate.