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De acuerdo con un informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo y Gallup, la violencia y el acoso laboral siguen siendo temas a tratar en diversos sectores.
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EL 8.5 por ciento (277 millones de personas) aseguran haber recibido maltrato en su espacio laboral.
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El Secretario del Trabajo, Marath Bolaños López, destacó que el SIQAL es una herramienta pensada para servir a las y los trabajadores, hacer valer sus derechos y fortalecer el cumplimiento de la ley.

En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una herramienta poderosa para visibilizar situaciones que antes quedaban ocultas. Si bien en un principio fueron un espacio para compartir momentos personales, hoy plataformas como TikTok, Facebook e Instagram se han transformado en escenarios donde los trabajadores exponen injusticias y violaciones a sus derechos.
Este fenómeno no es menor. Cuando un caso de abuso laboral se viraliza, el impacto trasciende al trabajador afectado: golpea directamente la reputación de la marca, genera indignación social y, en muchos casos, obliga a las autoridades a intervenir. En ese contexto surge el Sistema de Quejas y Accidentes Laborales (SIQAL), presentado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que busca dar un cauce institucional a una problemática que ya está en boca de todos gracias al eco de las redes sociales.
En la #STPS la voz de las y los #Trabajadores se hace escuchar. Por ello, hemos implementado el #SIQAL, una plataforma donde puedes denunciar la violación a tus #DerechosLaborales o accidentes en tu centro de #Trabajo.
💻 Visita: https://t.co/iCXiBQSjks pic.twitter.com/e55HVsKeDA
— STPS México (@STPS_mx) September 7, 2025
Y es que, a diario vemos videos de empleados mostrando condiciones precarias, donde además resaltan páginas especializadas en exhibir casos desfavorables en la vida laboral como Terror Restaurantes, que reúne denuncias de maltrato en los trabajos y con ello la conversación digital ha cambiado la manera en la que se ejerce presión sobre las empresas.
TERROR en @ChurreriaElMoro. Vean este nivel de VIOLENCIA laboral contra una trabajadora a la que están obligando a firmar una renuncia.
La churrería ya tiene comentarios cerrados en Instagram 🤡
@marath_bl@TrabajoCDMX @PROFEDET pic.twitter.com/Qv5ZoAKLWV
— Terror Restaurantes MX 🐦 #YoPorLas40Horas 🔻 (@TerrorRestMX) March 2, 2025
Lo interesante del SIQAL es que no nace en un vacío, sino como respuesta a una dinámica social previamente instalada. Hoy, cualquier trabajador con un teléfono celular puede documentar irregularidades: largas jornadas sin pago, incumplimientos de contrato, despidos injustificados o incluso accidentes en los centros de trabajo. La viralización de estos casos ha creado una suerte de “tribunal digital” donde la opinión pública juzga antes que la autoridad.
La diferencia es que, aunque las redes amplifican y visibilizan, carecen de un mecanismo legal para sancionar. Ahí es donde entra el SIQAL: una plataforma gratuita y digital que permite presentar denuncias de manera segura, ágil y confidencial, ya sea por violaciones a los derechos laborales o accidentes de trabajo. El sistema busca que la autoridad pueda actuar con rapidez, iniciar inspecciones y, sobre todo, garantizar que el trabajador no quede expuesto ni revictimizado.
El secretario del Trabajo, Marath Bolaños López, ha señalado que este proyecto es parte de la modernización de la justicia laboral en México. Pero más allá del discurso oficial, el SIQAL responde a una necesidad urgente: trasladar la fuerza de la denuncia digital al terreno de las políticas públicas, donde realmente se pueden corregir las irregularidades.
La digitalización no solo facilita el acceso a la denuncia; también transforma la relación entre el trabajador, la empresa y el Estado. Hasta hace unos años, los procesos eran burocráticos, tardados y poco accesibles. Hoy, gracias a sistemas en línea, cualquier persona con conexión a internet puede reportar un caso en minutos, sin necesidad de enfrentar largos trámites ni exponerse públicamente.
Esto es crucial si pensamos en la confianza. Muchos trabajadores optaban por no denunciar por miedo a represalias, o porque consideraban que el proceso era inútil. En cambio, el diseño del SIQAL contempla estándares de seguridad digital y protección de datos personales que buscan garantizar la confidencialidad. El anonimato se convierte, entonces, en algo poderoso para que más personas se animen a usar la herramienta.
Al mismo tiempo, el SIQAL refleja un esfuerzo de la STPS por ponerse al día con una realidad en la que los problemas laborales ya no se esconden entre paredes. Hoy circulan en videos, testimonios y publicaciones que pueden llegar a millones en cuestión de horas. Si el espacio digital ya dio voz a los trabajadores, tal parece que ahora la autoridad debe ser capaz de responder con mecanismos modernos, ágiles y transparentes.
En un país donde la informalidad laboral aún representa más del 50% de la fuerza de trabajo, y donde los accidentes laborales muchas veces quedan fuera del registro oficial, iniciativas como el SIQAL son una pieza necesaria para empezar a cerrar esa brecha. Al final, lo que está en juego no es solo la protección de los derechos laborales, sino la dignidad de millones de trabajadores que, gracias a la digitalización, ya no están dispuestos a permanecer en silencio.
Y es que, de acuerdo con un reciente informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo y Gallup, la violencia y el acoso laboral siguen siendo temas a tratar en diversos sectores.
Por lo menos, uno de cada cinco empleados en todo el mundo ha sufrido de acoso y violencia laboral. Además, más de tres de cada cinco trabajadores afirman haberlo sufrido varias veces y, en la mayoría de los casos, el incidente más reciente sucedió en los últimos cinco años.
De manera más detallada, el 8.5 por ciento (277 millones de personas) aseguran haber recibido maltrato físico en su espacio laboral. Cabe destacar que la mayoría de quienes lo han sufrido son hombres.
La violencia sexual también es uno de los temas que más llama la atención en el estudio de la Organización Internacional del Trabajo y Gallup, dado que, por lo menos, el 6.3 por ciento han recibido comentarios, correos electrónicos, fotos o solicitudes sexuales.