
El mundo del gaming vive una transformación silenciosa, y el poder ya no está en las consolas ni en los títulos físicos: el dominio es móvil. Para 2025, los juegos en smartphones y tablets concentrarán la mayor parte del pastel global, con ingresos estimados de 126 mil millones de dólares, cifra que, según proyecciones de Statista Market Insights, escalará hasta 160 mil millones para 2030. Esta tendencia no solo marca el liderazgo actual, sino que asegura su supremacía en la próxima década.
El secreto detrás de este auge está en la accesibilidad, ya que no se necesita hardware costoso ni instalaciones complejas. Un teléfono inteligente basta para abrir la puerta a miles de títulos, muchos gratuitos o con modelos freemium que han redefinido la industria. Esta facilidad explica su enorme aceptación en regiones como Asia-Pacífico, donde la penetración móvil es masiva y el público joven demanda entretenimiento inmediato.
Otros segmentos, crecimiento desigual
Si se compara con el segundo gran competidor, los videojuegos tradicionales físicos y descargables, la diferencia es abismal. Para 2025, este segmento generará 34 mil millones de dólares, aumentando apenas a 41 mil millones en 2030. En este grupo, los juegos físicos siguen en retroceso: representarán solo el 33 % del total en 2025, y para 2030 su peso se reducirá al 28 %.
Por otro lado, los juegos en la nube destacan como un nicho prometedor. Aunque su tamaño es modesto frente al mercado móvil, su ritmo de expansión es notable, se prevé que dupliquen sus ingresos en los próximos cinco años. El atractivo radica en ofrecer experiencias AAA mediante streaming, sin necesidad de consolas potentes, algo que gigantes como Google y Amazon impulsan con fuertes inversiones en infraestructura de datos.
La industria del hardware también mantiene su relevancia. Este segmento aportará 178 mil millones de dólares en 2025, mostrando que las consolas y accesorios siguen siendo negocio, aunque no el protagonista. A la par, la publicidad dentro de los juegos, un recurso cada vez más sofisticado, sumará 125 mil millones este mismo año, consolidándose como pieza clave para la monetización.
En síntesis, los videojuegos ya no son lo que eran, el móvil ha convertido al gaming en una experiencia masiva, portátil y asequible. Y aunque los modelos tradicionales no desaparecerán, el futuro será cada vez más táctil y accesible, donde un smartphone se perfila como la consola definitiva.