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Los servicios de streaming han incrementado su inversión en derechos deportivos, incorporándose al mercado con plataformas como Amazon Prime Video, Apple TV+ y Netflix.
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Disney es el mayor comprador de derechos deportivos en EE. UU., con un valor anual de derechos de televisión y streaming que supera los 25 mil millones de dólares.
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La transición hacia plataformas digitales refleja un cambio en los hábitos de consumo, priorizando accesibilidad, interactividad y personalización de la experiencia del espectador.

A pocos meses del inicio de la Copa Mundial de la FIFA 2026, Telemundo y Fox están afinando sus plataformas para mantener cautiva a la audiencia deportiva en un entorno donde el consumo de televisión lineal sigue perdiendo terreno frente al streaming. Ambas cadenas están adoptando enfoques distintos, pero con un objetivo común: ofrecer contenido atractivo, accesible y en tiempo real para los fanáticos del fútbol y otros deportes.
Y es que, recientemente Telemundo ha decidido apostar por un modelo de acceso gratuito con “Telemundo Deportes Ahora”, un canal FAST (Free Ad-Supported Streaming) que ofrecerá más de 50 horas semanales de contenido original y exclusivo. La programación 24/7 incluirá partidos de la Liga MX Femenil, encuentros de selecciones juveniles de Estados Unidos, competencias de baloncesto en Latinoamérica, eliminatorias de la CONCACAF y eventos de MMA, Bare-Knuckle Boxing y Pro-Paddle League. Con esta iniciativa, la cadena busca consolidar a sus espectadores desde ahora y acompañarlos durante toda la cuenta regresiva hacia el Mundial.
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Por su parte, Fox esta adoptando un enfoque de suscripción para captar a quienes han abandonado la televisión de pago tradicional. Con Fox One, una plataforma de streaming que se lanzará el 21 de agosto, la cadena ofrecerá a los usuarios acceso a su canal local, a Fox Sports y a canales de Fox News Media por $19.99 dólares al mes, con la opción de suscripción anual. Su principal atractivo es la transmisión de eventos en vivo, incluida la Copa del Mundo, integrando además herramientas como DVR ilimitado.
Y es que, la empresa se ha mantenido en gran medida al margen de las guerras del streaming pero el mundial lo está cambiando todo.
Es así que mientras Telemundo prioriza la accesibilidad y el engagement masivo mediante un modelo gratuito y continuo, Fox busca monetizar la transición de suscriptores al streaming, ofreciendo un paquete completo de entretenimiento y noticias junto con los eventos deportivos.
En un contexto donde millones de hogares ya no dependen del cable o satélite, el éxito de estas plataformas dependerá de su capacidad para adaptarse a los hábitos digitales del público, ofrecer experiencias personalizadas y asegurar cobertura en vivo de los eventos que generan mayor interés global. La Copa Mundial 2026 será, sin duda, un laboratorio de pruebas para medir el alcance y la efectividad de estas estrategias, marcando un nuevo capítulo en la relación entre deporte y streaming.
Y es que, la programación deportiva sigue siendo un imán para millones de espectadores, posicionándose constantemente entre los contenidos más vistos del país. Tradicionalmente, los derechos de las principales ligas, como la NFL o la NBA, han estado dominados por las cadenas de cable, consolidando su relevancia en la transmisión de eventos en vivo. Sin embargo, en los últimos años, los servicios de streaming han comenzado a asumir un papel más activo, reconociendo el enorme potencial de atraer audiencias jóvenes y digitalmente conectadas.
Plataformas como Amazon Prime Video, Apple TV+ y Netflix se han sumado al mercado de la retransmisión deportiva, mientras que Disney continúa siendo uno de los mayores compradores de derechos en EE. UU., con un valor anual de estos derechos que supera los 25 mil millones de dólares refiere Statista. Aplicaciones de streaming como Amazon Prime Video, ESPN+, Peacock y YouTube TV se han consolidado como opciones clave para seguir deportes en directo, alcanzando más de 95 millones de espectadores digitales mensuales en mercados clave como Estados Unidos.
Esta transformación muestra que la transmisión deportiva ya no depende exclusivamente de la televisión tradicional, sino que el futuro de los eventos en vivo está cada vez más ligado a plataformas digitales que combinan accesibilidad, interactividad y personalización de la experiencia del espectador.
La combinación entre derechos exclusivos, tecnología y hábitos de consumo digital está definiendo quién controla y cómo se consume el deporte en la era del streaming.
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