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El comportamiento anticipado del consumidor genera repuntes temporales en el consumo, especialmente en productos duraderos.
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Según eMarketer, en periodos de incertidumbre comercial, los retailers digitales ven un incremento más acelerado en ventas que los canales tradicionales.
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La Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) reportó que al menos el 52 % de los compradores digitales en México toma decisiones de compra con base en los precios.
La incertidumbre generada por la reciente ola de aranceles ha provocado un comportamiento acelerado de consumo, conocido como compra de pánico, que está impactando directamente en el desempeño financiero de grandes marcas como Apple y Shein. Este fenómeno se observa con claridad en el mercado estadounidense, donde las expectativas de aumento en costos han llevado a los consumidores a adelantar sus compras, especialmente de productos tecnológicos y moda rápida.
Si hablamos de Estados Unidos, Apple reportó su mayor crecimiento trimestral en casi cuatro años, superando las expectativas del mercado. De hecho, recientemente se anunció que la compañía alcanzó ingresos por hasta 94 mil millones de dólares en su tercer trimestre fiscal de este año, con un aumento del 10 % en comparación con el año anterior. Este crecimiento estuvo impulsado principalmente por el negocio de iPhones, que generó más de 44 mil millones de dólares, registrando su mejor desempeño desde 2021, lo cual demuestra un ejercicio realmente favorable. No es una sorpresa que, una parte significativa de esta alza responde a la anticipación del consumidor ante la creciente incertidumbre por aranceles, lo que motivó una compra acelerada para evitar precios más altos en el futuro.
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Por su parte, Shein también experimentó un notable impulso en sus ingresos durante el primer trimestre, con ganancias netas que superaron los 400 millones de dólares y ventas cercanas a los 10 mil millones. Este crecimiento se atribuye a la demanda anticipada por parte de los consumidores que buscan adquirir productos antes del incremento en los costos causado por los aranceles estadounidenses.
Este efecto no se limita a Estados Unidos. En México, la entrada en vigor, a partir del 15 de agosto, de una tasa mínima global del 19 % para importaciones por paquetería de productos valorados en más de 117 dólares provenientes de Estados Unidos y Canadá, está generando un comportamiento similar. Los consumidores mexicanos están adelantando sus compras para evitar el aumento en los precios, lo que probablemente también beneficiará el desempeño financiero de empresas como Shein o Temu en el mercado local.
Compras de pánico impulsaron compras de autos
Un caso paralelo se observó en el sector automotriz estadounidense tras la imposición de un arancel del 25 % a vehículos importados. De acuerdo con datos de Bloomberg, en abril de 2025, las ventas de autos nuevos alcanzaron un pico no visto desde 2021, reflejando cómo el temor a incrementos de precios puede acelerar la demanda, incluso frente a menores incentivos y precios más altos.
Precisamente, fabricantes como GM y Hyundai también reportaron ventas especialmente fuertes en marzo, atribuidas en parte a que los consumidores aceleraron sus compras para evitar los aranceles.
En conjunto, estas dinámicas muestran cómo la anticipación de cambios regulatorios y fiscales puede alterar el comportamiento del consumidor, generando un impulso inmediato en las ventas y, por ende, en el rendimiento financiero de las marcas. Sin embargo, este fenómeno también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento a mediano plazo, una vez que los efectos de la compra de pánico se normalicen y los consumidores ajusten su demanda a la nueva realidad de precios.
En tiempos de incertidumbre económica o regulatoria, los consumidores tienden a modificar sus hábitos de compra para anticiparse a posibles aumentos de precios, escasez o restricciones. Este comportamiento, conocido como compra de pánico anticipada, no solo ocurre en situaciones de emergencia sanitaria o desastres naturales, sino también ante cambios fiscales o comerciales, como la imposición de aranceles.
Un estudio de la American Economic Association señala que los consumidores responden de manera inmediata a anuncios de alzas en precios esperadas, adelantando sus compras de productos duraderos y de alto valor. Este fenómeno, aunque temporal, puede generar repuntes significativos en las ventas de ciertas industrias, impactando directamente en los ingresos y márgenes de ganancia.
Este comportamiento no es exclusivo de Estados Unidos. En mercados como México, donde el comercio transfronterizo está muy presente en plataformas digitales, la respuesta del consumidor a cambios en políticas fiscales puede ser igual de inmediata, particularmente entre generaciones acostumbradas a comprar en línea y con acceso a información en tiempo real.
Así, las compras de pánico ya no son solo un reflejo del miedo, sino una variable estratégica dentro del entorno comercial global, que puede mejorar el rendimiento de empresas bien posicionadas al menos mientras dure el efecto.
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