Los videojuegos han dejado de ser un pasatiempo marginal para convertirse en una de las industrias culturales y tecnológicas más influyentes del mundo. Ahora se dio a conocer que puedes crear tu propio videojuego con la ayuda la Inteligencia Artificial (IA).
De acuerdo con el último informe de Newzoo, el mercado global de videojuegos generará más de 211 mil millones de dólares en ingresos en 2025, con más de 3.3 mil millones de jugadores activos, lo que representa casi la mitad de la población mundial. Y es que este impacto no solo es económico, sino también social, educativo y hasta político.
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¿Cómo crear tu propio videojuego?
La creación de videojuegos ha dejado de ser un terreno exclusivo para programadores y diseñadores profesionales. Hoy, gracias al avance de la inteligencia artificial, cualquier persona puede generar su propio juego funcional en cuestión de segundos. Y es que plataformas como Rosebud AI, en combinación con herramientas como ChatGPT, están transformando por completo la manera en que se conciben, desarrollan y distribuyen los videojuegos, democratizando un proceso que solía requerir meses de trabajo y equipos especializados.
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La propuesta de Rosebud AI es simple pero poderosa, ya que el usuario escribe una descripción (prompt) detallada, y la inteligencia artificial se encarga del resto. En segundos, se genera un videojuego completo con personajes, escenarios, enemigos y mecánicas de juego. Todo esto sin escribir una sola línea de código.
La versión gratuita de la plataforma permite experimentar con ciertas limitaciones, como un número restringido de prompts semanales y sin acceso al código fuente. En cambio, los usuarios suscritos pueden descargar el código, acceder a funciones avanzadas y personalizar completamente su proyecto.
I just want to show off the Asset manager in @Rosebud_AI
So far, that thing has been extremely helpful and intuitive. The AI usually immediately understands what I want to do with which asset and implements accordingly.
I’ll keep stresstesting it by flooding it with animations. pic.twitter.com/0nvpEKEvaW— Freddy (@TheStudioBigly) July 10, 2025
El verdadero poder de la herramienta reside en la precisión del prompt. Por ejemplo, si alguien quiere diseñar un juego de plataformas inspirado en Super Mario Bros, puede especificar que el personaje principal tenga un traje azul, lleve gafas de realidad virtual y pueda lanzar bolas de “código” mientras recorre niveles con enemigos, plataformas móviles y power-ups. La IA interpreta esas instrucciones y construye un juego jugable, incluso con elementos como jefes, sistemas de puntuación y estética retro en pixelart.
Asimismo, este avance técnico no sólo facilita el desarrollo de videojuegos, sino que también transforma la narrativa visual y mecánica del medio. Rosebud AI incorpora elementos clásicos y modernos en sus producciones, lo que permite recrear estilos populares, desde los gráficos 8 bits hasta entornos tridimensionales básicos, pero visualmente impactantes.
Uno de los aspectos más atractivos es la posibilidad de definir estéticas, físicas del juego y progresión narrativa en los niveles. Además, los creadores pueden pedir controles clásicos como A, W, S, D y Z, o incluir detalles de ambientación que antes requerían diseñadores, artistas y desarrolladores trabajando en conjunto.
Este tipo de innovación no ha pasado desapercibida en la industria. Recientemente, un video viral mostró un juego ficticio de estilo medieval generado por IA. Aunque no pertenecía a un título real, su apariencia provocó entusiasmo en redes sociales, así como preocupación entre desarrolladores tradicionales que ven en estas herramientas una competencia desleal.
Mientras algunos estudios independientes cuestionan la superficialidad de estos productos generados automáticamente, otros aprovechan la conversación para destacar el valor artesanal de sus propios trabajos. Aun así, es innegable que el potencial visual de la IA ha abierto nuevas posibilidades para los desarrolladores emergentes.
Además, la IA pone en tela de juicio el modelo actual de diseño gráfico en la industria. En una época donde el pixelart es frecuentemente usado por limitaciones presupuestarias, la inteligencia artificial permite alcanzar niveles visuales únicos sin depender de bancos de imágenes o recursos preexistentes.