La industria de la construcción en América Latina, históricamente caracterizada por procesos análogos y flujos financieros ineficientes, está experimentando una transformación decisiva. La startup mexicana Mango ha logrado recaudar 3 millones de dólares en una ronda de inversión liderada por Ironspring Ventures, con el objetivo de digitalizar el acceso al crédito y automatizar los pagos para contratistas y proveedores. Esta disrupción llega en un momento crítico, cuando los retrasos de pago afectan a más de la mitad de las empresas del sector, ralentizando obras y frenando el crecimiento.
Mango propone una solución integral: un sistema de crédito estructurado y pagos inmediatos basado en una plataforma que centraliza documentación, evalúa riesgos con inteligencia artificial y elimina las fricciones bancarias tradicionales. Su modelo recuerda al de Klarna en el sector retail, donde los consumidores compran ahora y pagan después, mientras los comerciantes reciben su dinero al instante. En ambos casos, la clave es desintermediar a la banca tradicional y ofrecer liquidez inmediata respaldada por tecnología.
El respaldo de inversionistas como BBVA Spark y figuras clave del ecosistema fintech refuerza la ambición de Mango de convertirse en la columna vertebral financiera del sector construcción. Su crecimiento del 40% mensual y sus alianzas con proveedores locales consolidan su posicionamiento como un habilitador clave para que México, en plena ola de nearshoring, cumpla con los tiempos y presupuestos de sus proyectos de infraestructura.
La apuesta de Mango, que combina expertise en construcción con sofisticación tecnológica, va más allá del financiamiento: es una plataforma que redefine cómo se construye, pagando a tiempo, eliminando barreras de entrada y acelerando el desarrollo regional. En un mercado que superará los 900 mil millones de dólares para 2030, su innovación podría cimentar el futuro de toda una industria.