
En México, el mercado inmobiliario sigue siendo uno de los sectores más estables y atractivos para inversionistas nacionales y extranjeros. Con un crecimiento sostenido en zonas clave y una demanda constante de vivienda, oficinas y espacios comerciales, especialistas proyectan que este 2025 será un año estratégico para colocar capital en bienes raíces. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), las inversiones inmobiliarias representan cerca del 14 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, destacando que algunas zonas concentran las mejores oportunidades por su desarrollo urbano, plusvalía y atractivo turístico. A continuación, te compartimos las ubicaciones que marcarán tendencia este año.
Zonas urbanas dinámicas
Las ciudades con alto crecimiento económico y calidad de vida se han convertido en polos de atracción para inversionistas. Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México encabezan esta lista, gracias a su conectividad, oferta de servicios y constante expansión de infraestructura. En particular, zonas como Santa Fe y Polanco en la capital, o Valle Oriente en Monterrey, han visto un repunte en desarrollos verticales de lujo y oficinas corporativas.
Según el reporte Tendencias del Mercado Inmobiliario 2025 de Lamudi, estas zonas mantienen una ocupación superior al 90 % en espacios de oficina premium, mientras que la vivienda vertical sigue captando demanda de jóvenes profesionales y familias que buscan cercanía a sus centros de trabajo. Esto convierte a las zonas urbanas dinámicas en una opción segura y rentable para invertir, sobre todo en proyectos de renta a largo plazo.
Colonias residenciales en crecimiento
Al margen de las grandes urbes, varias colonias residenciales emergen como opciones atractivas por su accesibilidad, oferta de servicios y ambiente familiar. En Querétaro, zonas como Zibatá y Juriquilla han duplicado su valor por metro cuadrado en cinco años, impulsadas por el auge industrial y la llegada de nuevos parques tecnológicos. En Puebla, Lomas de Angelópolis mantiene una alta demanda por su modelo de comunidad planeada y múltiples amenidades.
Por su parte, en el Estado de México, municipios como Metepec y Zumpango comienzan a posicionarse entre compradores jóvenes, gracias a su cercanía a nuevas rutas de movilidad como el Tren Interurbano México-Toluca y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Los desarrolladores inmobiliarios reconocen que estas colonias ofrecen precios competitivos y oportunidades de inversión para vivienda media y residencial plus, con rendimientos proyectados de hasta 15 % anual.
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Destinos turísticos
Las zonas turísticas siempre han sido un imán para el sector inmobiliario, pero en 2025 lugares como Tulum, Bacalar y Mazatlán vivirán un auge particular. La llegada de infraestructura como el Tren Maya y nuevos aeropuertos regionales está disparando el interés de inversionistas extranjeros y nacionales en estas zonas.
Datos de la Secretaría de Turismo (Sectur) reportan que Quintana Roo recibirá más de 22 millones de turistas este año, lo que incrementará la demanda de hospedaje, departamentos vacacionales y propiedades en renta corta. Esto ha motivado el surgimiento de desarrollos eco-sustentables y residenciales boutique, con precios que en algunos casos han aumentado hasta un 20 % en menos de dos años. Para quienes buscan invertir en propiedades destinadas a Airbnb o esquemas de renta vacacional, los destinos turísticos representan una excelente opción.
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Ubicaciones con alto potencial de inversión
Además de las zonas consolidadas, existen ubicaciones con alto potencial de crecimiento que comienzan a captar el interés del mercado. Mérida se mantiene como una de las ciudades más seguras y con mejor calidad de vida, lo que ha provocado una creciente inversión en fraccionamientos privados y desarrollos verticales.
En el norte del país, Saltillo y San Luis Potosí emergen como nuevos hubs industriales y de servicios, favorecidos por el fenómeno del nearshoring. Según CBRE México, estas ciudades registran un aumento de 18 % en la construcción de naves industriales, lo que se traduce en mayor demanda de vivienda para ejecutivos y personal técnico.
Asimismo, zonas como Valle de Bravo y San Miguel de Allende mantienen su atractivo para inversionistas de alto perfil, interesados en segundas residencias y proyectos boutique. Este segmento ha crecido 12 % en el último año, de acuerdo con cifras de Softec.
Invertir en bienes raíces en México durante 2025 implica conocer las zonas con mayor dinamismo, crecimiento y proyección a mediano plazo. Ya sea en zonas urbanas consolidadas, colonias residenciales emergentes, destinos turísticos o ciudades con alto potencial, las oportunidades están presentes para todo tipo de inversionistas. La clave estará en detectar los sectores con mayor plusvalía y aprovechar el contexto favorable que ofrece la actual estabilidad del sector inmobiliario mexicano.