Comprar un automóvil nuevo representa, para millones de personas, uno de los logros financieros más importantes en su vida adulta. Sin embargo, la capacidad de acceder a un vehículo nuevo depende directamente del ingreso mensual de cada persona, ahora te diremos que hay un Hyundai económico que sorprende, ya que se puede comprar ganando solo 15 mil pesos mexicanos.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el precio promedio de un auto nuevo en México ronda los 350 mil pesos. Aunque existen opciones por debajo de los 250 mil pesos, el costo se incrementa rápidamente dependiendo del modelo, el tipo de cambio y los impuestos aplicables.
No obstante, el salario promedio en México es de 9 mil 600 pesos mensuales, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre de 2025. Esta cifra deja fuera del mercado automotriz formal a la mayoría de la población, orillando a los consumidores a buscar autos usados, adquirir vehículos mediante créditos de alto riesgo o postergar indefinidamente esta compra.
A nivel internacional, el panorama no cambia mucho. Según un análisis de la consultora Visual Capitalist, en países como Estados Unidos se estima que un salario de al menos 50 mil dólares anuales permite comprar un vehículo nuevo promedio de 35 mil dólares, manteniendo un nivel financiero sano. En cambio, en economías emergentes como Brasil o Colombia, la brecha entre ingresos y precios de autos también representa un reto similar al mexicano.
Este Hyundai económico sorprende
Actualmente la realidad financiera de millones de mexicanos exige un enfoque mucho más aterrizado. Adquirir un automóvil nuevo no sólo representa una inversión considerable, sino una responsabilidad financiera a largo plazo. Para quienes ganan 15 mil pesos mensuales, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ofrece una herramienta práctica y confiable: el Simulador de Crédito Automotriz.
Este simulador, disponible de forma gratuita en el sitio web oficial de la Condusef, permite a los usuarios calcular con mayor precisión cuál es el tipo de auto que pueden adquirir con base en su ingreso mensual, el monto del enganche y el plazo del crédito. El objetivo es promover una toma de decisiones más informada y evitar el sobreendeudamiento, una de las causas más frecuentes de problemas financieros entre los consumidores mexicanos.
Partiendo de un ejercicio concreto, la Condusef simula la compra de un auto con un ingreso mensual de 15 mil pesos, un enganche de 80 mil pesos y un plazo de pago de 60 meses (5 años). Bajo estas condiciones, el simulador estima que una persona con ese nivel de ingresos puede aspirar a un vehículo cuyo precio no supere los 257,464.63 pesos.
Con este presupuesto, uno de los modelos más accesibles y equilibrados en el mercado es el Hyundai Grand i10 Hatchback GL TM 1.2, cuyo precio ronda los 218 mil 900 pesos mexicanos. Este modelo ha sido reconocido por su eficiencia, maniobrabilidad en ciudad y relación costo-beneficio. Además, al mantenerse dentro del rango recomendado por Condusef, permite una adquisición sin comprometer la salud financiera del comprador.
Asimismo, se dio a conocer que el Grand i10 Hatchback GL TM 1.2 de Hyundai no sólo es una opción económica, sino que también ofrece equipamiento competitivo para su segmento. Entre sus características más destacadas se encuentran: Motor de 1.2 litros con buen rendimiento de combustible, Transmisión manual de cinco velocidades, Espacio interior optimizado para uso urbano, Sistemas de seguridad como doble bolsa de aire frontal y frenos ABS y Tecnología básica pero funcional, ideal para quienes buscan un primer auto.
Con eso vemos como, ante la inflación acumulada y el encarecimiento de las tasas de interés, muchas marcas han comenzado a diseñar esquemas de financiamiento más accesibles, como planes de leasing o pagos diferidos. Sin embargo, la capacidad adquisitiva sigue siendo el mayor obstáculo.
En resumen, para comprar un auto nuevo en México sin poner en riesgo la estabilidad financiera, se requeriría un ingreso que actualmente sólo posee una minoría. Mientras no existan políticas que fortalezcan el poder adquisitivo real, esta aspiración seguirá fuera del alcance para millones de personas.
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