La popular aplicación de mensajería WhatsApp ha sido prohibida en los dispositivos oficiales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, una medida tomada en junio de 2025 que ha puesto en debate la seguridad de las plataformas digitales. A continuación, te explicamos las razones de esta decisión, quiénes se ven afectados y el trasfondo de la app.
¿Por qué prohibieron WhatsApp en Estados Unidos?
La prohibición de WhatsApp en los dispositivos de la Cámara de Representantes se debe a preocupaciones de ciberseguridad señaladas por la Oficina de Ciberseguridad de la Cámara. Según un memorando del 23 de junio de 2025, firmado por Catherine Szpindor, la aplicación representa un “alto riesgo” por la falta de transparencia en la protección de datos, ausencia de cifrado en datos almacenados y vulnerabilidades en su código.
A esto se suma un incidente ocurrido en enero de 2025, cuando se reveló que la empresa israelí de spyware Paragon Solutions había atacado usuarios de WhatsApp, incluidos periodistas. Esta situación profundizó las dudas sobre la seguridad de la app, siguiendo una tendencia que en años previos ya había restringido aplicaciones como TikTok y Microsoft Copilot.
¿A quiénes prohibieron WhatsApp en Estados Unidos?
La prohibición aplica a los empleados y personal de la Cámara de Representantes de EE. UU. que utilizan dispositivos oficiales gestionados por la institución, como teléfonos móviles y computadoras. Estas personas deberán desinstalar WhatsApp, y los departamentos de TI realizarán auditorías para verificar su cumplimiento.
Sin embargo, podrán continuar usando la app en dispositivos personales, siempre que no se utilicen en áreas clasificadas. La medida no afecta a los ciudadanos estadounidenses ni al público en general. Tampoco, al parecer, a los senadores, lo cual ha generado críticas por la inconsistencia en la política de ciberseguridad institucional.
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¿Es WhatsApp seguro?
WhatsApp utiliza cifrado de extremo a extremo con protocolo Signal, lo que protege el contenido de mensajes, llamadas y archivos para que solo los remitentes y destinatarios puedan acceder a ellos. Meta, empresa propietaria de WhatsApp, sostiene que su seguridad es superior a la de alternativas como iMessage o Microsoft Teams.
No obstante, especialistas han advertido que las copias de seguridad en la nube no siempre están cifradas, a menos que se configure manualmente. Además, la exposición a spyware y el posible acceso a metadatos (información sobre quién se comunica con quién) siguen siendo áreas sensibles. Aunque WhatsApp resulta confiable para usuarios comunes, su uso en entornos de alta seguridad gubernamental sigue siendo cuestionado.
¿Quién es el dueño de WhatsApp?
WhatsApp pertenece a Meta Platforms, la compañía matriz de Facebook e Instagram, liderada por Mark Zuckerberg. La adquisición se realizó en 2014 por 19,000 millones de dólares, una de las compras tecnológicas más costosas hasta la fecha. Desde entonces, WhatsApp ha integrado funciones comerciales y de publicidad, lo que ha generado debates sobre su impacto en la privacidad, pese a mantener cifrado en sus mensajes.
¿Cuándo se creó WhatsApp?
WhatsApp fue fundada en 2009 por Jan Koum y Brian Acton, dos ex empleados de Yahoo. Nació como una app de mensajería básica para iPhone que destacó rápidamente por su enfoque en la privacidad. En 2016, integró cifrado de extremo a extremo para todos los usuarios. Con más de 2,000 millones de usuarios en 2025, su oferta se ha ampliado con funciones como llamadas VoIP, estados, pagos digitales y canales de difusión.
Un debate sobre seguridad y privacidad
La prohibición de WhatsApp en la Cámara de Representantes de EE. UU. refleja la tensión constante entre la seguridad institucional y el uso de plataformas masivas de mensajería. Mientras Meta defiende la solidez de su cifrado, las autoridades estadounidenses exigen mayor control de datos y transparencia en entornos gubernamentales.
Para los usuarios en México, esta noticia recuerda la importancia de evaluar las aplicaciones que usamos cotidianamente. El futuro de WhatsApp en contextos oficiales dependerá de cómo atienda estas inquietudes y demuestre su confiabilidad ante gobiernos y organismos internacionales.