- Trump Mobile anunció que su celular T1 de U$S 499 contratará con servicio a través de Liberty Mobile Wireless, un MVNO con menos de 50 empleados y oficina en Trump Tower Miami.
- La fabricación “Made in America” enfrenta limitaciones.
- El mercado del rango medio en EE. UU. se contrae, mientras la producción local aún requiere inversión y tiempo.
Como te adelantamos en Merca2.0, la familia Trump quiere incursionar en el mercado de telefonía móvil con un plan ambicioso: lanzar su propio dispositivo “Made in America” y un servicio asociado.
También te contamos en Merca2.0 que a pesar del discurso patriótico vinculado al dispositivo, buena parte del producto se fabricará fuera de los Estados Unidos, fundamentalmente en países de Asia.
La novedad de este lunes 23 de junio es que el Trump Mobile, teléfono que costaría U$S 499, ya tendría una operadora de telefonía interesada en ofrecerlo a sus clientes como parte de sus planes: Liberty Mobile Wireless.
Un socio desde Miami
Según el Financial Times, la operadora elegida para impulsar el Trump Mobile será Liberty Mobile Wireless, una empresa fundada en 2018 por Matt Lopatin, con sede en Florida.
La empresa, que está registrada en un apartamento del Trump Tower en Miami y emplea a menos de 50 personas, actúa como MVNO (Mobile Virtual Network Operator), es decir, compra capacidad de redes de gigantes como AT&T, Verizon o T‑Mobile, y la revende bajo su propia marca.
En la web del teléfono, tras el lanzamiento, el formulario de prepedido se saturó inmediatamente, lo que la compañía atribuyó a la oleada de personas interesadas en reservar el T1, según The Verge.
La fabricación “Made in America”: un desafío mayor
El teléfono T1, según la familia Trump, se producirá en Alabama, California y Florida, sin embargo, los expertos en la industria dudan que un dispositivo con las especificaciones que promete pueda fabricarse en Estados Unidos a ese precio.
Todd Weaver, director de Purism, una empresa que fabrica el Liberty Phone asegurando un origen parcial en los Estados Unidos, dijo que con la complejidad del hardware moderno, fabricar todo en ese país es prácticamente inviable.
Su empresa lanzó un celular de U$S 1,999 ensamblado en California y con algunos componentes estadounidenses. Su salida al público fue muy limitada: menos de 100,000 unidades vendidas frente a los 225 millones de iPhones vendidos en 2024.
Lo cierto es que con la infraestructura actual, en los Estados Unidos no se pueden fabricar pantallas, baterías o procesadores de alta gama, dice el WSJ. Y una etiqueta auténtica “Made in USA” requiere que todas o casi todas las partes sean nacionales, lo que hoy día es impracticable.
Mercado y producción del Trump Mobile: una ecuación complicada
La propuesta del T1 no solo enfrenta dificultades técnicas, sino también un mercado en contracción.
Según datos de la International Data Corporation (IDC), en 2024 los teléfonos en el rango de U$S 400‑600 representaron menos del 5 % del mercado estadounidense (una caída del 9% respecto del 2019).
Durante ese mismo periodo, los envíos globales de smartphones crecieron 6.1% en 2024, totalizando 1,24 mil millones de unidades.
En Estados Unidos, la demanda se mantuvo sólida, con un crecimiento de 8.3 % en el primer trimestre, a pesar de los conflictos arancelarios.
Estos datos resaltan que en vez de invertir en un dispositivo de gama media, muchos usuarios prefieren modelos económicos, o acceden a equipos de alta gama mediante financiamiento sin intereses, una tendencia que erosiona la base del posible mercado del T1.
Trump Mobile: lección de marketing
Trump Mobile promete un diseño y fabricación estadounidense, pero no detalla proveedores ni cadena de suministro.
Algunos expertos como Tinglong Dai, de la Universidad Johns Hopkins, estiman que tomaría al menos cinco años desarrollar la infraestructura estadounidense necesaria. A la vez, antecedentes como los productos de Purism, muestran que incluso empresas dedicadas al origen estadounidense parcial de sus productos no logran competir por precio y especificaciones con fabricantes asiáticos.
Para profesionales y estudiantes vinculados al marketing y la publicidad, el caso “Trump Mobile” es una demostración de storytelling: una narrativa basada en patriotismo, nacionalismo económico y aspiración, todos factores que activan emociones y generan cobertura mediática.
Sin embargo, deben tener presente que en la realidad del mercado, la historia debe respaldarse con logística, ingeniería y enfoque en precios y distribución.
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