
En México, hablar de deudas todavía genera incomodidad. A pesar de que el 76.5% de los mexicanos entre 18 y 70 años cuenta con al menos un producto financiero formal, más de un tercio de la población reconoce tener algún tipo de deuda y el 17.1% la considera excesiva.
Lo que pocos saben es que, hoy, detrás de muchos de esos recordatorios de pago o propuestas de convenio, no hay una persona, sino Inteligencia Artificial (IA)
Y no, no se trata de robots fríos ni impersonales, sino de sistemas diseñados para entenderte mejor y ayudarte a salir adelante.
Inteligencia Artificial (IA): Cobranza personalizada y sin juicios
La IA ha transformado la forma en que las instituciones gestionan la cobranza. Plataformas como las que implementa Xira detectan los momentos ideales para contactarte, ya sea por WhatsApp, correo o llamada, sin invadir tus horarios más complicados.
También analizan tu perfil financiero para ofrecer planes de pago realistas, que no te ahorquen ni se sientan inalcanzables.
Además, gracias a asistentes virtuales disponibles las 24 horas, puedes resolver dudas sin tener que esperar a que abran las oficinas. Esta disponibilidad no solo da tranquilidad, también empodera a quienes buscan recuperar el control de sus finanzas sin sentirse acosados.
LEE TAMBIÉN: ¿Qué regalarle a papá en 2025? Moda y tecnología encabezan sus DESEOS para el Día del Padre
Inteligencia Artificial (IA): Adiós a las llamadas agresivas
Uno de los mayores avances se refleja en el tono de comunicación. La IA actual evita los mensajes amenazantes o insistentes que solían marcar los procesos de cobranza tradicionales. En su lugar, propone interacciones más empáticas, que reconocen que detrás de cada deuda hay una historia y una persona atravesando una situación compleja.
Además, el sistema automatiza tareas repetitivas y deja a los agentes humanos los casos que requieren atención más delicada. El resultado: menos llamadas innecesarias y más soluciones efectivas.
Esta evolución no solo beneficia a los usuarios, también ayuda a las empresas a reducir costos, optimizar recursos y mejorar su reputación. La inteligencia artificial, lejos de deshumanizar el proceso, lo vuelve más justo, eficiente y sensible.
En resumen, la IA ya está cobrando tus deudas… y probablemente no te diste cuenta por qué lo hace con más respeto y eficacia que nunca. Un cambio que demuestra cómo la tecnología, bien aplicada, puede ponerse del lado del usuario y mejorar su experiencia, incluso en los momentos más difíciles.