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Los anuncios con eslóganes bien posicionados tienen hasta 20% más efectividad en construcción de marca, refiere Kantar.
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El 92% de los consumidores confía más en contenido generado por usuarios que en anuncios pagados, según Nielsen.
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Este tipo de viralizaciones representan oportunidades de publicidad gratuita o sin intención comercial directa.
Uno de los eslóganes más recordados en el mundo del marketing es, sin duda, “Rexona no te abandona”, una frase que ha acompañado por años a la famosa marca de desodorantes para destacar su promesa principal: evitar el mal olor incluso en las situaciones más intensas. Sin embargo, en redes sociales ha comenzado a circular un video que, irónicamente, contradice esta promesa y convierte un momento incómodo en una promoción totalmente orgánica para la marca.
En el clip, que rápidamente dio mucho de qué hablar, se observa a una mujer bailando intensamente en lo que parece ser una fiesta. Todo transcurre con normalidad hasta que, debido al sudor, un hombre cercano le hace notar de forma poco sutil que algo no va bien con el desodorante. Este comentario desató risas y sorpresa entre los presentes, pero también comentarios en línea que no tardaron en aludir al clásico lema: “Rexona te abandonó”.
Qué falta de tacto con la primera dama pic.twitter.com/WUobO7S83H
— Adriana Martinez (@Adrianaveterin2) May 11, 2025
Aunque el momento podría haber quedado como una simple anécdota desafortunada, lo cierto es que generó una ola de reacciones y discusiones en redes sobre la efectividad del producto, los efectos del sudor y, sobre todo, la vigencia de los eslóganes publicitarios. Muchos usuarios señalaron lo curioso que resulta que un error de marca o al menos la percepción de uno haya servido para reforzar su presencia digital, sin necesidad de pauta pagada.
Este caso demuestra cómo los eslóganes poderosos pueden trascender el marketing tradicional, manteniéndose en la memoria colectiva y funcionando como catalizadores de conversaciones virales, incluso cuando el resultado no es del todo favorable para la marca. Al final, como bien dicen en publicidad: que hablen, aunque sea porque “te abandonaron”.
Los eslóganes publicitarios son herramientas clave en la construcción de marca. Frases breves pero contundentes como “Just Do It” (Nike) o “Porque yo lo valgo” (L’Oréal) no solo generan recordación, sino que transmiten valores, promesas y beneficios del producto de forma emocional y directa.
De acuerdo con un estudio de Kantar, los anuncios con un eslogan bien posicionado tienen hasta 20% más impacto en la construcción de marca que aquellos sin uno. Además, cuando el eslogan se vuelve parte del lenguaje cotidiano, puede ser reutilizado en redes sociales de forma espontánea por usuarios, lo que representa una oportunidad de marketing orgánico para las marcas.
En este entorno digital, donde el contenido generado por los usuarios (UGC, por sus siglas en inglés) tiene más credibilidad que la publicidad tradicional, los eslóganes que se prestan a reinterpretaciones irónicas o virales pueden potenciar el alcance de la marca sin inversión directa. Según Nielsen, el 92% de los consumidores confía más en recomendaciones o comentarios de otros usuarios que en los anuncios pagados.
El caso reciente de Rexona no es aislado: marcas como Sabritas también han sido protagonistas de momentos virales en los que sus eslóganes fueron recontextualizados por el público, demostrando que una frase poderosa puede convertirse en un activo comunicacional vivo y en constante evolución.
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