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Especialistas en medios como MIT Technology Review han documentado cómo las generaciones más jóvenes particularmente los Millennials y la Generación Z prefieren consumir información o participar en fenómenos sociales a través de formatos interactivos.
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Formalmente recién comenzó el Cónclave para elegir al nuevo Papa.
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Los juegos de predicción y apuestas virtuales se han hecho populares, tanto en deportes como en política y entretenimiento.
¿Y si el próximo Papa se eligiera como una alineación de fútbol? Esa es la premisa de Fantapapa, un juego online italiano que ha conquistado a más de 75 mil personas con una propuesta que mezcla religión, estrategia y humor digital. Lejos de la solemnidad del cónclave tradicional, este videojuego invita a los usuarios a formar su propio “equipo papable”, eligiendo a 11 cardenales como si fueran estrellas del balón.
En esta singular plataforma, el jugador se convierte en un tipo de mánager espiritual, armando una plantilla de candidatos a Papa. El “capitán” es quien el usuario considera el favorito indiscutible para llevar el anillo del Pescador, mientras que el “portero” es el que, aunque forma parte del equipo, parece tener pocas chances de llegar al trono de San Pedro. El objetivo también es adivinar quién será el nuevo líder de la Iglesia católica antes que la “fumata blanca” se alce en el Vaticano.
Pero el juego va más allá del simple pronóstico. También permite hacer apuestas simbólicas sobre detalles curiosos como el nombre que adoptará el futuro pontífice, la fecha exacta del anuncio e incluso el tono que tomará su primer mensaje al mundo. Todo esto convierte a Fantapapa en una experiencia que fusiona la emoción de los campeonatos deportivos con el misterio del poder eclesiástico.
Más que un juego, este fenómeno revela cómo el entretenimiento digital está transformando la forma en que las nuevas generaciones se relacionan con eventos tradicionalmente reservados a la historia y la fe.
En ese contexto, el Papa Francisco no solo fue el primer pontifice latinoamericano, sino que también fue para muchos, la voz que por primera vez hizo que América Latina se sintiera representada en los pasillos milenarios del Vaticano. Tras su fallecimiento el pasado lunes 21 de abril, sus seguidores despidieron al primer Papa de origen latino.
Aunque su popularidad fue variando con los años según investigaciones del Pew Research, países como Argentina y Chile registraron caídas notables en su aprobación entre 2013 y 2024, esa estadística no borra el vínculo emocional que construyó con una región acostumbrada a ver la fe desde lo cotidiano, desde lo cercano, desde lo humano.
Argentina, su tierra natal, reflejó este afecto incluso con la caída del respaldo. En 2024, tres de cada cuatro católicos aún expresaban una imagen positiva de Francisco, una cifra significativa considerando la polarización que ha acompañado a muchas figuras públicas en los últimos años. Mientras que Chile fue el país donde más se resintió su imagen, todavía un 64% mantenía una opinión favorable.
Hoy, mientras el Vaticano prepara su funeral y los cardenales se reúnen para elegir a su sucesor, en América Latina la conversación gira en torno a lo que deja Francisco más allá de su rol institucional.
Por otro lado, el uso de mecánicas de juego online en contextos no lúdicos se ha expandido a prácticamente todos los sectores, desde la educación hasta la política, y la religión no ha sido la excepción. Según un informe de Statista, el mercado global de videojuegos superó los 347 mil millones de dólares en 2023, impulsado en gran parte por la proliferación de juegos móviles y experiencias interactivas en línea.
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