- CEO Warren Buffett anunció su renuncia de Berkshire Hathaway a fin de año. Deja el puesto a Greg Abel.
- Las acciones de Berkshire Hathaway cayeron un 2.8% en las operaciones previas al mercado este lunes 5 de mayo.
- Buffett deja el cargo de CEO tras 60 años.
Las acciones de Berkshire Hathaway están cayendo cerca del 3% este lunes 5 de mayo en las operaciones previas a la apertura del mercado. La baja de los papeles del gigante financiero se produce luego de que el célebre inversor Warren Buffett comunicara su decisión de dejar el puesto de CEO del conglomerado.
El anuncio se hizo de manera inesperada el pasado sábado 3 de mayo, al cierre de la junta anual de accionistas de la compañía. Te adelantamos sobre esto en Merca2.0.
Buffett, de 94 años, cederá el mando a Greg Abel a finales de año. La noticia fue revelada al final de la asamblea y fue recibida con una ovación por parte de los asistentes que llenaban el pabellón deportivo donde se celebraba el evento.
Según el inversor, quien ha estado al frente de la compañía por 60 años, ni siquiera Greg Abel, su sucesor y quien estaba sentado a su lado, conocía la noticia de antemano, al igual que la mayoría de los miembros del consejo, con excepción de sus hijos. “Esa es la noticia del día”, comentó Buffett con humor al concluir su intervención.
Se va Warren Buffett: la transición en la cima
Warren Buffett declaró que “ha llegado el momento de que Greg se convierta en CEO de la empresa a finales de año y quiero comunicárselo a los consejeros y dar esa recomendación”.
Greg Abel, de 62 años y origen canadiense, ya había sido nombrado previamente como su sucesor. Actualmente, se desempeña como vicepresidente ejecutivo de Berkshire Hathaway y tiene supervisión directa sobre todas las divisiones del grupo, exceptuando las de seguros.
Buffett, además de consejero delegado, es presidente del consejo. Aunque el plan de sucesión contemplaba que su hijo Howard lo reemplazara como presidente del consejo, el anuncio actual se enfoca solamente en el cargo de consejero delegado. Buffett continuará como presidente, pero sin funciones ejecutivas.
El “Oráculo de Omaha” también planea seguir siendo accionista de la compañía y “rondando por ahí” para ofrecer apoyo, aunque la responsabilidad principal recaerá en Abel.
Cambios en la capital del capitalismo
Tras conocerse la novedad, Abel se puso de pie para aplaudir a Buffett en señal de homenaje. En la exposición, Buffett expresó su convicción de que “las perspectivas de Berkshire serán mejores bajo la dirección de Greg que bajo la mía”, razón por la cual mantendrá todas sus acciones, desprendiéndose de ellas únicamente para realizar donativos filantrópicos.
Antes del anuncio de su retirada, Buffett ya se había burlado de la idea de que estuviera guardando la gran liquidez de la compañía para que Abel tuviera una considerable capacidad de inversión al asumir el cargo, afirmando que no haría algo tan loable solo para favorecer a Greg en el futuro.
El legado de 60 años de Warren Buffett
La junta de accionistas de Berkshire Hathaway se celebra tradicionalmente el primer sábado de mayo en un pabellón en Omaha, Nebraska, sede de la empresa, con capacidad para cerca de 20,000 personas.
Miles de asistentes acuden para formular preguntas a Buffett. Este año, la asistencia rompió récords con 19,700 personas, según el CEO (hasta fin de año).
Los primeros en llegar, algunos habiendo pasado la noche a la intemperie, corrían para conseguir los mejores lugares cerca del escenario. Entre los asistentes notables de este fin de semana estuvieron Tim Cook, CEO de Apple, Hillary Clinton y Priscilla Chan.
Previo a la junta, Berkshire Hathaway divulgó sus resultados del primer trimestre del año.
Los números dicen que la compañía mantiene 347,771 millones de dólares en efectivo y títulos del Tesoro. Si bien Buffett redujo sus posiciones por décimo trimestre consecutivo, con ventas netas cercanas a los 1,500 millones de dólares, resultantes de ventas por 4,677 millones y compras por 3,183 millones, al ser consultado sobre cuándo invertiría esa suma, respondió lacónicamente que “en algún momento”, pero que era poco probable que fuera pronto.
“Woodstock del capitalismo”
El ambiente de la junta, a menudo descrito como el “Woodstock del capitalismo”, refleja la veneración de los accionistas por Warren Buffett. Asistentes asiduos realizan rituales que incluyen visitar la feria empresarial, fotografiarse frente a la casa de Buffett, comer en sus restaurantes preferidos y comprar en joyerías del grupo, además de madrugar para conseguir un buen asiento.
Berkshire Hathaway, que tuvo sus inicios como una compañía textil impactada por la globalización, se transformó a través de la fusión con una firma de seguros en un conglomerado valorado en 1.16 billones de dólares, ubicándose entre las empresas más valiosas de Estados Unidos, después de las grandes tecnológicas.
Sus negocios actuales abarcan seguros, ferrocarriles, energía, servicios inmobiliarios, calzado, ropa y golosinas.
Además, mantiene inversiones a largo plazo en empresas como American Express, Apple, Bank of America, Coca-Cola y Chevron.
Durante la junta, Buffett se manifestó en contra de la política comercial de Trump, argumentando que Estados Unidos debería comerciar con el resto del mundo, donde cada país se especialice en lo que hace mejor.
Las operaciones de Berkshire Hathaway están entrelazadas con cadenas de suministro globales. Empresas del grupo, como Brooks (calzado y ropa) y Fruit of the Loom, tienen fábricas en países como México, China, Vietnam y entre otros.
Incluso una filial que produce botas icónicas en Texas importa materiales y calzado terminado de China y México.
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