El compromiso de Taylor Swift y Travis Kelce no solo causó revuelo por su romántica puesta en escena en un jardín de flores, sino también por el diseño único del anillo de compromiso. Detrás de esa joya se encuentra Kindred Lubeck, una diseñadora de joyería emergente con base en Nueva York que, tras la revelación de Page Six, se convirtió en tendencia de búsqueda en Google.
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¿Quién diseñó el anillo de compromiso de Taylor Swift?
Según reveló el medio estadounidense Page Six, Travis Kelce no solo eligió el anillo de compromiso que entregó a Taylor Swift, sino que lo diseñó junto a Kindred Lubeck, fundadora de Artifex Fine Jewelry, una firma de joyería artesanal con sede en Nueva York.
La pieza presenta un diamante de corte old mine brilliant —una talla antigua reconocida por su elegancia atemporal— engastado en una montura de oro estilo bezel. El diseño fue personalizado desde cero por Kelce y Lubeck, haciendo del anillo una pieza única y cargada de simbolismos, tal como la propia Taylor Swift lo ha hecho con cada una de sus canciones.
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¿Cuál es la historia de Kindred Lubeck antes de Artifex Fine Jewelry?
Apenas se conoció el dato de que Lubeck estuvo detrás del anillo, miles de usuarios comenzaron a buscar su nombre en Google y en redes sociales. Su cuenta de Instagram, @artifexfine, comenzó a ganar seguidores rápidamente, y medios especializados en moda y joyería pusieron los reflectores sobre su trabajo. La joya que diseñó no solo selló el compromiso de una de las parejas más populares del momento, sino que también catapultó su carrera a la escena global.
Lubeck no siempre se dedicó a la joyería. En una entrevista con Voyage Jacksonville, contó que es hija del reconocido orfebre Jay Lubeck, originario de Neptune Beach, Florida. Aunque estudió Psicología en Florida State University, se sintió perdida profesionalmente. Fue tras renunciar a un bufete de abogados, y en medio de la pandemia de 2019, que pidió trabajo temporal a su padre.
Lo que comenzó como una salida de emergencia se convirtió en un descubrimiento vocacional. Durante el confinamiento por COVID, Jay le enseñó los fundamentos del arte orfebre. “Me enganché de inmediato”, dijo Kindred.
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¿Cómo fue su camino para convertirse en joyera profesional?
Comenzó trabajando con plata esterlina, y luego se abrió paso hacia el trabajo con oro. Se formó en grabado a mano, una técnica que consiste en cortar diseños sobre metal con herramientas finas. “Es como tatuar los anillos”, explica. Este estilo detallado fue el que la puso “en el mapa digital”, gracias a videos virales que mostraban su proceso creativo.
En 2023, tuvo la idea de mudarse a Nueva York, y en junio de 2024 concretó el cambio sin apoyo financiero externo: ni préstamos, ni donaciones, ni inversionistas. Lo hizo todo con esfuerzo propio, construyendo desde cero su estudio en la ciudad.
Tras instalarse en Nueva York, Lubeck reconoció que el mayor desafío fue equilibrar su vida personal y profesional. En sus palabras, llegó al borde del agotamiento: “No veía a mis amigos, no salía a explorar la ciudad ni practicaba yoga como solía hacerlo”. Por ello, tomó la difícil decisión de hacer una pausa temporal en los pedidos personalizados para reorganizar su modelo de negocio y cuidar su salud mental.
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¿Qué hace especial el trabajo de Kindred Lubeck?
Lubeck se distingue por su atención meticulosa al detalle y su compromiso con la artesanía tradicional. Su técnica de grabado a mano convierte cada anillo en una pieza irrepetible. Además, domina métodos antiguos como la granulación, que aprendió con su ídolo joyero Kent Raible durante un taller en Washington.
Fue allí donde creó su pieza favorita: un anillo con un diamante champán que compró en el distrito joyero de Nueva York y que terminó guardando para sí misma por su valor emocional.
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