
Las políticas comerciales proyectadas por Donald Trump, que incluyen un incremento sustancial de aranceles a las importaciones, no solo afectarán a empresas y cadenas de suministro, sino que ya están moldeando hábitos de consumo que favorecen el Made in USA y las compras de pánico. Datos de Statista sobre el impacto de los aranceles en el comercio electrónico de Estados Unidos revelan que el consumidor estadounidense está ajustando su comportamiento de compra frente al encarecimiento de productos.
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¿Cómo influyen los aranceles de Donald Trump en el comportamiento de compra?
El estudio señala que los efectos de los aranceles se están reflejando incluso antes de que entren plenamente en vigor. Entre marzo y mayo de 2025, aumentó el número de consumidores que:
- Buscan activamente productos fabricados en Estados Unidos para evitar sobrecostos.
- Posponen compras de artículos importados por temor a precios más altos.
- Adelantan adquisiciones en productos clave para esquivar subidas futuras.
El cambio de hábitos responde a un contexto donde el precio final de miles de productos podría aumentar debido a aranceles más altos, especialmente en sectores como moda, hogar y artículos electrónicos de bajo coste.
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¿Por qué crece la preferencia por el Made in USA en el comercio electrónico?
La política arancelaria de Donald Trump tiene como objetivo incentivar la producción nacional, y esto está generando un efecto directo en la mentalidad del comprador. Según Statista, cada vez más consumidores consideran la procedencia como un factor decisivo de compra.
Los beneficios percibidos del Made in USA incluyen:
- Evitar cargos arancelarios adicionales.
- Mayor rapidez en los tiempos de entrega.
- Confianza en estándares de calidad y seguridad.
Este cambio también está empujando a minoristas y marketplaces a destacar de forma más visible el origen de sus productos en sus plataformas de e-commerce.
¿Qué papel juegan las compras de acopio ante la subida de precios?
Las compras de acopio se han convertido en una estrategia para mitigar el impacto de precios más altos. El dossier muestra que:
- 27% de los consumidores planea adelantar compras ante la expectativa de aumentos.
- 34% haría acopio de abarrotes.
- 20% compraría artículos para el hogar de forma anticipada.
- Durante eventos como Prime Day, un 32% de los compradores lo aprovecharía para acopiar productos, y un 36% exigiría descuentos mayores.
Esto obliga a las marcas y retailers a adaptar sus estrategias promocionales, ofreciendo paquetes, descuentos escalonados y beneficios por volumen para captar a este consumidor más calculador.
¿Qué tolerancia al aumento de precios muestran los consumidores?
Uno de los hallazgos más relevantes del informe es que la elasticidad de precio es limitada:
- 44% de los compradores acepta pagar hasta un 5% más.
- 32% no está dispuesto a pagar ni un centavo extra.
- Solo una minoría toleraría aumentos superiores al 10%.
Esto implica que los márgenes de las empresas podrían comprimirse si absorben parte del costo arancelario, o que corren el riesgo de perder clientes si trasladan todo el incremento al precio final.
¿Cómo deberían reaccionar las marcas de e-commerce ante estos cambios?
Para adaptarse a los efectos de los aranceles, las empresas del sector comercio electrónico deberían:
- Resaltar el origen nacional de sus productos como atributo de venta.
- Ajustar el surtido para incluir más opciones libres de aranceles.
- Planificar campañas promocionales que incentiven las compras anticipadas.
- Desarrollar estrategias de precios dinámicos que permitan absorber parte del impacto sin perder competitividad.
Además, la flexibilidad en la cadena de suministro será clave para responder a picos de demanda provocados por la compra de acopio.
Un consumidor más estratégico y selectivo
Los datos de Statista confirman que las políticas arancelarias impulsadas por Donald Trump están generando un cambio estructural en el consumo online. El comprador estadounidense, enfrentado a un panorama de precios más altos, responde con decisiones más calculadas: opta por el Made in USA, adelanta compras y aprovecha promociones para acopiar.
Para las marcas y marketplaces, este nuevo escenario implica competir no solo en precio, sino en confianza, disponibilidad y percepción de valor. En un comercio electrónico cada vez más condicionado por la geopolítica, ganar al consumidor requerirá anticiparse a sus movimientos y ofrecerle razones sólidas para elegir.