Por portar la hiyab, el velo que cubre cabeza y pecho usado por las mujeres musulmanas, un empleado de seguridad de un establecimiento de Zara en Plaisir, al oeste de París, le ha impedido la entrada a una clienta. Si bien la legislación francesa prohíbe el uso de prendas que oculten el rostro en espacios públicos, el hiyab no pertenece a este tipo, como lo son burka o el niqab.
El evento, que ha sido publicado en YouTube, justo después de los terribles atentados sufridos en la capital francesa el pasado viernes 13 de noviembre, no se sabe con exactitud cuando ha ocurrido, pero en el puede observar al guarda, cuando un empleado señala a la mujer que no puede entrarse a la tienda con la cabeza cubierta y esto incluiría gorras, capuchas, máscaras de esquí y bufandas.
Una explicación tan poco creíble para los usuarios que ha desatado una campaña en redes sociales para criticar el episodio de lo que han llamado islamofobia, además de llamar a boicotear a la cadena de tiendas.
Por su parte, Zara ha respondido a muchos mensajes de los usuarios para aclarar que “esta no es en absoluto la política de la compañía. Zara es una empresa diversa y multicultural que tiene empleados y clientes de muchas nacionalidades, orientaciones, culturas, lenguas y creencias diferentes. No toleramos ninguna forma de discriminación”.
Además, ha hecho público un comunicado en el que manifiesta sus disculpas por el acontecimiento:
“Queremos disculparnos sinceramente por lo que ha ocurrido. Nuestro director en Francia ha contactado personalmente con la clienta para disculparse por el incidente y para expresar nuestro total desacuerdo con estas acciones, que se oponen por completo a los principios de la compañía.”
Así mismo, Jean-Jacques Salan, el director en el país galo ha declarado a France Presse que “Este tipo de mentalidad no es propia de Zara y nunca ha habido instrucciones para actuar de esta forma”, agregando que tanto al empleado de seguridad como al gerente de la tienda han sido despedidos.
Este escándalo llega en momentos más que delicados tras los atentados de la semana pasada y en un país que, según datos de Statista de junio de 2015, tiene una actitud muy favorable hacia la comunidad musulmana, como se muestra a continuación.