A las personas no nos gusta que “nos vendan”. Qué molesto es entrar a una tienda y que te pregunten: “¿Le puedo ayudar?” Instantáneamente la mayoría de las ocasiones la respuesta es: “¡No, Gracias!”.

Sin embargo, en el día a día, la verdad es que todos somos vendedores. Sin importar que producto o servicio tengas, todos de alguna manera “nos vendemos a nosotros mismos”.

La posible diferencia es que, entre ir a una tienda y que te aborden, o venderte como persona, es que tu branding personal habla por ti. Por ello quiero invitarte a reflexionar sobre ¿cómo ser exitosos a la hora de enfrentar a nuestros clientes?

Como bien sabes, diversos estudios de marketing han demostrado que compramos con el corazón. Esto es, algunas de nuestras decisiones están más influenciadas por nuestros sentimientos, incluso por encima de una parte racional.

Según el sitio web neuromarketing.com, “Únicamente el 20% de las decisiones de compra se basa en la lógica, mientras que el 80% se toma mediante emociones, siendo la diferencia entre estos muy sencilla: el cerebro se basa en las necesidades básicas y lógicas mientras que el corazón se enfoca en los impulsos”

¡Y es justo aquí la gran oportunidad!
Para que las personas se interesen en ti debes hacerte presente y para ello tu imagen es tu gran aliado. Cuando nuestra apariencia es atractiva, y con esto no me refiero a ser guapa o guapo, sino que va más allá dentro de un concepto para lograr ser magnético, podrás vender mejor.

Por ejemplo de Steve Jobs, de él no dirías propiamente que era un hombre galán, y tampoco nos impresionaba su vestimenta, más bien el impacto de su imagen siendo consistente y congruente era lo que lo hacía cautivador.

El señor supo venderse y lo hacía como pocos, pero principalmente considera como él supo vender sueños, no vendía teléfonos inteligentes. Año con año y más allá de su muerte, el señor y su empresa nos tiene pendiente del lanzamiento del siguiente IPhone. Ese es un ejemplo de cómo él vende sueños… no productos.

Ahora piensa en tú imagen y lo que deseas proyectar. ¿Eres magnéticamente atractivo en tu presencia y los mensajes que comunicas, para que otras personas deseen acercarse a conocer de ti? ¿Tú, cómo te vendes?