Fue hace sólo dos semanas que Netflix estrenó Bright, una de sus principales producciones originales, misma que ha generado polémica. Pese a ello, prepara la secuela e incluso ya hace marketing para ella.

Sucede que Bright tuvo un costo de producción estimado en 90 millones de dólares, según datos de IMDB, la mayor inversión de la plataforma de streaming por una película hasta el momento y un monto que la pone al nivel de varias producciones de Hollywood.

Pero, la película tuvo una lluvia de críticas por parte de la crítica especializada, ejemplo de ello es la calificación que recibió en Rotten Tomatoes, que hace un promedio de las evaluaciones, tiene un 30 por ciento de “frescura”.

No obstante, aunque que Bright no es del gusto de los críticos, sí ha sido del gusto del público, pues entre el 22 y 24 de diciembre registró 11 millones de espectadores, según Nielsen. Si la película hubiera sido proyectada en salas de cine, con un costo promedio de entrada de 9 dólares (en EEUU), habría recaudado cerca de 99 millones de dólares, ubicándola al nivel e incluso superando a Star Wars: The Last Jedi, que ganó 71.5 millones de dólares en su semana de apertura.

Según los especialistas, la clave del éxito de la película protagonizada por Will Smith y dirigida por David Ayer (director de Suicide Squad) se encuentra en la historia; usa una fórmula que odia la crítica pero le gusta al gran público.

Bright es una película de acción sobre dos policías que enfrentan la corrupción de sus compañeros y la tensión racial que se vive en Los Angeles, California. Pero, en este mundo existen los orcos, hadas y elfos. El conflicto lo vemos constantemente en películas de Hollywood.

Este éxito le valió a Netflix para confirmar -incluso antes del estreno- una secuela para Bright y, aprovechando que aún queda un poco de empuje por los millones de viewers decidió lanzar un video para anunciar la llegada de una segunda película.

Haciendo uso de su particular estilo de hacer marketing, en el video vemos una “filtración” de las audiciones de orcos para la segunda entrega de Bright y, después de dar algunas nociones de lo que podríamos esperar y jugando con el humor, reconocen que el título necesita “más trabajo”.

Es un hecho que a la crítica no le gustó la película, pero al público sí, y esto es lo que busca Netflix. La plataforma de streaming ha demostrado que hoy por hoy es uno de los pesos pesados del entretenimiento, implementó una interesante estrategia con series originales como House of Cards, Orange is the New Black y Stranger Things, pero ahora va por el formato de película (no podemos llamarle cine); causó polémica con Okja, y ahora con Bright.