Internacional.- Habitualmente cuando una marca desembolsa varios millones de dólares para patrocinar algún evento deportivo lo mínimo que espera es contar con una gran visibilidad dentro del mismo, situación que ha quedado constatada en eventos como la Copa del Mundo y que seguramente tiene echando humo a Adidas tras la jornada de eliminatorias para la Eurocopa 2016 de esta semana.
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A finales del mes de febrero pasado la trasnacional alemana (patrocinador oficial de la FIFA y de la UEFA) firmó un acuerdo con el organismo rector del futbol europeo, en el cual se estipulaba que las eliminatorias para la Francia 2016 y Rusia 2018 serían jugadas en su totalidad con balones provistos por la marca germana, hecho que al menos durante la última fecha FIFA no se respetó.
Pese a que Adidas presentó el balón oficial de la competencia hace varias semanas, durante los últimos días varios encuentros fueron disputados con balones de diferentes marcas, incluidos algunos diseñados por los competidores de la firma teutona como la estadounidense Nike, durante el juego de Inglaterra, o la también teutona Puma, en la sonada derrota de España ante Eslovaquia.
Seguramente en los próximos días la trasnacional germana hará del conocimiento de la UEFA su indignación ante dicha situación, misma que podría acarrear una penalización millonaria para el organismo internacional por incumplimiento de contrato, aunque por el otro lado también podrían alcanzar un acuerdo amistoso.
Tan sólo para que nos demos una idea de la importancia que tiene un balón en términos de ventas, Adidas calcula haber desplazado 14 millones de copias del Brazuca, balón oficial de la última Copa del Mundo, previo al arranque de Brasil 2014.
