• Uber también invirtió 50 mdd en la compra de suministros médicos para proteger a sus colaboradores

• De los socios a los que ha protegido durante la pandemia, unos 12 mil están dentro de EEUU y Canadá

• A pesar de ser éstos una fracción del total de todos sus aliados, han recibido cerca de la mitad de los fondos globales

A lo largo de los últimos meses, ha quedado claro que la pandemia no afectó por igual a todo el mundo. Mientras que algunos pocos multimillonarios incrementaron mucho más su riqueza, muchas otras personas tuvieron que sobrevivir con un negocio al punto de la quiebra. Aparte, mientras que algunos profesionales tuvieron la fortuna de seguir trabajando desde casa, otros de hecho fueron despedidos. Y luego están los que deben salir a laborar si quieren sobrevivir.

Tal vez ésta última categoría le habría tocado a conductores y repartidores de Uber, que solo ganan cuando de hecho están activos en la plataforma. Sin embargo, durante la pandemia su socio comercial les prometió, a escala global, un apoyo económico. Aquellas personas que habían caído enfermas por COVID-19, o bien tuvieron que entrar en cuarentena, recibirían un apoyo económico. Hasta ahora, no se sabía cuánto le costaba este proyecto a la tecnológica.

Sin embargo, según Reuters, la compañía acaba de revelar exactamente cuánto ha gastado en estos apoyos desde el inicio de la pandemia. En su blog oficial, Uber señaló que ya dedicó 19 millones de dólares (mdd) para apoyos a socios conductores y repartidores en todo el mundo. Este programa de asistencia financiera, de dos semanas de duración por caso, ya benefició a 48 mil 900 individuos. También ha entregado 450 mil kits de protección a sus colaboradores.

Un alto precio por la pandemia

Cabe destacar que varias empresas han tomado un papel activo, en términos financieros, con el fin de apoyar a sus socios comerciales. Starbucks lanzó un fondo de emergencia para que sus colaboradores peor afectados por la crisis pudieran navegar mejor esta pandemia. Bimbo hace una semana anunció que le “prestaría” pan a las tienditas. Y en México, Burger King dijo que le regalaría unas mil Whoppers a los repartidores de comida del país en la primera línea.

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Tiene sentido que Uber esté invirtiendo tanto en sus repartidores y conductores. Abandonarlos en este momento de crisis no solo sería una tormenta perfecta, algo que no necesita viendo que la pandemia la golpeó muy duro en sus finanzas. A eso se le tiene que sumar la enorme competencia que está experimentando en el resto del mundo, con agentes como Deliveroo, Didi, Postmates, Rappi, etcétera. Pero esta iniciativa probará ser muy cara para la tecnológica.

Ya se dijo que Uber está sufriendo financieramente por la pandemia. Y a eso hay que sumarle que desde antes de la crisis sanitaria estaba en números rojos. Encima, todos los expertos (y hasta la misma empresa) aseguran que la demanda de transporte tardará mucho tiempo, tal vez años, en recuperarse. Lo único que está logrando es sangrar más y más dinero. Cada día se acerca más el tal vez inevitable momento en que sus inversores decidan dejara a su suerte.

Economía en números rojos

La pandemia no solo obligó a esta marca a sangrar como si no hubiera un mañana. Dentro del sector retail, grandes cadenas en Estados Unidos (EEUU) como J.Crew y J.C. Penney tuvieron que declararse en bancarrota solo para lidiar con su deuda. Antes de la crisis sanitaria, Spotify reportó que su agresiva inversión en podcasts le hizo a caer, de nuevo en números rojos. Está también el doloroso caso de Softbank, responsabilidad en una gran parte de Uber y WeWork.

Se trata de un fenómeno común en casi todo el mundo. Desde mediados de marzo que más de 150 compañías le habían advertido a sus inversores que sus ingresos se desplomarían, en datos de CNBC. El Wall Street Journal dice que muchos negocios ni siquiera están fijándose en el flujo de dinero, sino en proteger la liquidez en el corto y mediano plazo. Y como expone Latin Finance, ni siquiera las paraestatales se salvan de de esta crisis financiera generalizada.