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Nissan, Honda, Ford y VW apuestan a grandes alianzas globales para enfrentar los cambios en la industria
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El otro gran jugador, Toyota, tiene otra estrategia
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Prefiere adquirir participaciones en fabricantes japonesas más pequeñas
Nissan tiene una alianza de casi 20 años con la francesa Renault y de la que también participa Mitsubishi Motors.
Honda, a su vez, forjó vínculos con la gigante estadounidense General Motors.
Ford, en tanto, estrechó su relación con Volkswagen este año para determinados planes en conjunto.
La estrategia de mercadotecnia de la mayoría de las fabricantes de automóviles para enfrentar la crisis en el sector es a través de grandes asociaciones con otras grandes compañías.
Toyota, sin embargo, uno de los grandes jugadores a nivel mundial por venta de unidades (superó las 10 millones en 2018), tiene otra idea: invertir en participaciones menores en fabricantes japonesas de menor envergadura.
Así como lo había hecho antes con Suzuki y Yamaha, ahora es el turno de Subaru, donde sumará su participación accionaria hasta el 20%.
Los nuevos vínculos resaltan cómo los fabricantes de automóviles están luchando por lograr mayor escala para mejorar la gestión de costos. Si quieren impulsar el desarrollo de autos autónomos, vehículos eléctricos y nuevos servicios de movilidad, necesitan unirse porque los gastos son enormes.
La diferencia es que, mientras algunos apuestan fuerte en grandes alianzas globales, otros, como Toyota, tienen la estrategia de toma porciones en rivales locales.
En un comunicado, Toyota dijo que su inversión ascenderá hasta 80 mil millones de yenes (unos US$ 742 millones). Subaru, a su vez, corresponderá comprando una participación en Toyota de igual valor.
Fuera de Japón, otros fabricantes de automóviles de todo el mundo están uniendo sus fuerzas para reducir los costos de desarrollo y fabricación. La más famosa de los últimos tiempos es la alianza entre Ford y Volkswagen, que dijeron que invertirán miles de millones para desarrollar juntas vehículos eléctricos y autónomos.
Subaru produce sus reconocidos SUV Outback y Forester, desarrolló el sistema de asistencia autónoma EyeSight y domina ampliamente el segmento de la tecnología de tracción 4×4. Su mejor rendimiento está en los Estados Unidos, donde tiene su mayor mercado.
El vínculo de Toyota con Subaru comenzó en 2005, cuando compró una participación del 9,5%. Años después ascendió su presencia hasta el 17% y, ahora, anunció que tendrá el 20%, convirtiéndose en el mayor accionista.
