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La personalización es una estrategia efectiva en las estrategias, por eso, las marcas invierten 5 millones de dólares al año en ella.
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Septiembre resulta uno de los más fructíferos del año en cuanto a consumo en el sector de las bebidas, en donde hasta 2017, 4 de cada 10 hogares mexicanos compraron alguna bebida alcohólica para el hogar.
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La personalización es una estrategia efectiva en las estrategias, por eso, las marcas invierten 5 millones de dólares al año en ella. Sentirse parte de una marca, pero con características demasiado familiares para creer que todos las tienen, son clave para generar empatía con los consumidores.
Las redes sociales son la mejor muestra de que anuncios o contenido derivados de tus intereses son efectivos. La tecnología selectiva de este tema ha conseguido que las marcas lleguen de mejor manera a los consumidores.
Sin embargo, cuando se trata de packaging el asunto parece más complejo. Pero, existen casos que han demostrado que un simple movimiento puede tener el mismo efecto que digital o más. Coca-Cola es una marca se distingue por sus estrategias de mercadotecnia exitosas, la última en cuestión de personalización, fue colocar sus latas con nombres y apellidos que se tropicalizaron en gran parte del mundo.
También, la refresquera la llevó a un nivel más alto, con listas de canciones y spots en YouTube. La agencia Fitzco//McCann ideó brindar la posibilidad a los millones de consumidores de Coca-Cola, de tener su propia canción.
Otro caso es el de Bud Light, que ideó una estrategia en la que personalizó su packaging con la imagen de los equipos de la NFL. Ahora, Torres 10 implementa una estrategia similar y nos recuerda la efectividad del caso.
Se concentró en los apellidos más populares de México y lanzó una serie de botellas especiales Rodríguez, González, Gómez, Pérez, Martínez, Hernández, Sánchez, Ramírez, García, Fernández y Flores, según pudimos percibir desde medios nacionales como El Financiero y Sopitas, y en diversas cuentas de Instagram.
La edición especial estará a la venta hasta el 15 de septiembre y constituye una estrategia concentrada en la temporalidad en la que el mexicano consume mayor cantidad de alcohol. Recordemos que llegan las fiestas patrias que conmemoran la Independencia de México.
El noveno mes del año tiene un significado especial para los mexicanos y las marcas lo saben, por lo que lanzan ediciones especiales y se concentran en la comercialización de productos relacionados con el orgullo nacional, pese a tener un valor agregado.
El mes resulta uno de los más fructíferos del año en cuanto a consumo en el sector de las bebidas, en donde hasta 2017, 4 de cada 10 hogares mexicanos compraron alguna bebida alcohólica para el hogar y cada uno se llevó en promedio 1.5 bebidas distintas.
