Por Luis Miguel Martínez
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En la pared de la oficina de R.T. Rakowski, en un pequeño cuadro sobre el escritorio (lleno de papeles organizados en una lógica a prueba de retrasos), se lee la frase “Time is our Enemy” (El tiempo es nuestro enemigo). Súbitamente, el visitante se da cuenta que el tiempo es como un arma de doble filo, a veces nos ayuda y otras (la mayoría) lo contrario. Así la relación de la frecuencia y el tiempo, conlleva los mismos beneficios y retos. Si, el “tiempo es nuestro enemigo”, ¿La frecuencia también?

De esta forma, una mezcla asincrónica de eventos resultó en la reciente saga de las telecomunicaciones en México, la polémica por la llamada banda de los 2.5 GHz. La discusión se da en el plano legal, el técnico, el político y hasta de mercado. Sin embargo, poco se ha comentado sobre el origen y trascendencia de los “dos punto cinco Gigahertz”. Toda discusión respetable al respecto, debe incluir la palabra “espectro”, que corresponde a la distribución de la espacio por donde se realizan transmisiones electrónicas.

Por definición, es complicado visualizar algo que es invisible, tal como las ondas electromagnéticas y el espectro. Por lo que si pensamos en términos de un área de tierra es relativamente más sencillo y rápido entender el espectro, las frecuencias, su administración y los términos que nos permiten entender lo que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Comisión Federal de Telecomunicaciones, MVS, Televisa, Televisión Azteca, tratan de comunicar.

El espectro corresponde a estas tierras donde se alojan las transmisiones electrónicas. Algunos pagan por la tierra (los concesionarios), otros no (los permisionarios). Cada parcela asignada por el gobierno, puede servir para uno u otro tipo de cultivo (las transmisiones, por ejemplo AM, FM, Wimax, LW, etc.). Hay lotes que sólo sirven para vegetales (como serían las transmisiones analógicas) y otras para leguminosas (para las digitales). Algunos cultivos necesitan más agua o más área por árbol (como los nogales), que corresponden a los distintos tipos de señales. Incluso dos o más tipos de cultivos pueden vivir en el mismo pedazo de tierra si no son del mismo tipo (árboles y arbustos).

Estas tierras que conforman el espectro se miden en Hertz (en honor a Heinrich Hertz) y en Watts (en honor a James Watt). Aquí aparece el tiempo, pues un Hertz (Hz) es una vez (de lo que sea) por segundo. Así, una señal que tiene una frecuencia de 2.5 Gigahertz quiere decir que cambia su estado 2 500 000 000 veces por segundo, pues el prefijo Giga corresponde a miles de millones. La radio en FM sólo cambia su estado en el orden de millones de veces, por ejemplo Ibero 90.9, cambia su estado 90 900 000 veces por segundo. El largo en Hz de una parcela es el ancho de banda. A diferencia de la tierra, los “pedazos” de espectro sólo tienen prestados, pues son de todos los ciudadanos y son un bien no-renovable.

¿Por qué son tan importantes tantos números? Pues gracias a Shannon y a Nyquist (aunque por ahí dicen que son Whittaker-Nyquist-Kotelnikov-Shannon) sabemos que entre más cambios de estado haya por Segundo (o sea mayor frecuencia) podemos llevar más información. Asi la FM solo nos sirve para llevar audio (que solo llega a uno 18 000 000 Hz o 18 kilohertz). En parte por esta razón solo hay menos de 52 estaciones en FM. La imagen muestra una parte del cuadro nacional de atribución de frecuencias, lo que nos muestra la complejidad del trabajo en su administración.

En el año 2000, la Unión Internacional de Telecomunicaciones acordó asignar esta banda para las telecomunicaciones móviles por lo que se conoce como IMT-2000. Asi, una vez que el gobierno le otorgó a MVS la concesión de la banda comenzó el servicio en 2.5 GHz con el servicio de e-Go. Este servicio te daba acceso a Internet a través de servicios LTE (long term evolution). En comparación es posible usar la misma “parcela” para los servicios de Wimax. Ambos conforman, la llamada cuarta generación o 4G. De ahí su importancia en la comunicación actual.

Una de las razones por las que el “tiempo es nuestro enemigo” es debido a que “nunca es el tiempo apropiado”. Así, en el año 2000, no había una tecnología sólida de acceso a Internet vía LTE o Wimax. De esta forma, la administración del espectro es complicada, casi, oficio de adivino. Sólo el tiempo confirma esas decisiones. Lo interesante del tiempo es como al pasar muchos años, algunos recuerdos son tan vívidos como si recién hubieran pasado. Muchas sensaciones, superan las limitaciones del tiempo. A diferencia de la tecnología que se vuelve obsoleta, las relaciones humanas se mantienen y se fortalecen. El tiempo no sólo ayuda sino que trae cosas buenas y nuevas formas de vivir.

¡ No te desconectes !