El famoso tren bala nipón, que funciona desde hace más de cincuenta años, mostrará el arte contemporáneo a sus viajeros a partir de la primavera, cuando se convierta en un museo circulante con obras que irán desde esculturas y pinturas ha proyecciones de vídeo y fotografías; y cuyo diseño exterior ha sido encargado al cineasta y fotógrafo japonés Mika Ninagawa.