Conocer sus talentos, habilidades y áreas de oportunidad son claves importantes en la estrategia de marketing de una persona que busca empleo. Pues la mejor forma de ‘venderse’ ante un reclutador es explotando las cualidades que un candidato ofrece.
Llegar a ser un excéntrico millonario llevó a Donald Trump hacia un campo donde la polémica se convirtió en elemento clave de su marca personal.
Para conseguir un aumento de sueldo no basta con pedirlo, es necesario tomar en consideración algunos puntos importantes. La estrategia te conduce al éxito.
En el proceso de reclutamiento para una vacante, el currículum tiene particular importancia ya que se considera la carta de presentación del candidato.
La forma de expresarse, manera de vestir, el lenguaje corporal son algunos elementos que conforman tu personal branding y que pueden decir mucho de ti a simple vista.
La creencia popular es que existen quienes nacen carismáticos y quienes no cuentan con esa cualidad, sin embargo la autora del libro “The Charisma Myth”, Olivia Fox Cobane, asegura que el carisma es simplemente el resultado de comportamientos aprendidos, por lo que se puede trabajar en el… y sino, basta con fijarse en las primeras presentaciones de Steve Jobs, a quien suele poner de ejemplo de esta evolución.
Cuando se busca empleo, es lógico esperar que la información entregada en un CV sea completada con una investigación en internet. Y es que los posibles empleadores buscan tener una idea del trabajo que se puede desarrollar y de la personalidad de los candidatos antes de contratarles. Por ello, es evidente la necesidad de aplicar el personal branding a la imagen que se proyecte desde internet, para exponenciar las posibilidades de obtener el trabajo.
Para tener éxito profesional, no basta con cumplir cabalmente con las responsabilidades asignadas, como se puede comprobar en la mayoría de los casos. Por ello, para cuidar de tener una carrera notoria, aspectos claves como el desarrollo de una marca personal, son claves.
Una personalidad magnética, tal como se comentaba en la primera parte de este artículo es una de las mejores herramientas con las que se pueden contar a la hora de hacer marketing personal en el trabajo (y en cualquier otra área), y aunque no todos nacemos con ella (algunos afortunados la tienen desde la cuna), el resto puede desarrollarla o afinar su conducta y actitud para lograr destacar en la oficina de forma positiva.
Cuando se piensa en el marketing personal, muchas son las tácticas que se pueden poner en práctica en el trabajo, para proyectar una imagen adecuada y coherente en pro de cómo se desea ser percibido por los demás, sin embargo una herramienta que siempre puede trabajar en pro de este proyecto, es la personalidad que se muestra en el trato con los demás.
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