“Permacrisis” fue elegida como la palabra del año. Y es que después de la pandemia por Covid-19, la Guerra en Ucrania, la recesión económica a nivel mundial y los efectos del calentamiento global; lo caótico y disruptivo se convirtió en parte de nuestra rutina, modificando y casi naturalizando no solo la forma en que nos vinculamos sino también la manera en la que tomamos decisiones.