Cada año decenas de marcas dentro de los Estados Unidos invierten varios millones de dólares para poder contar con presencia dentro del Super Bowl (4.5 millones de dólares por un espacio de 30 segundos), y si bien no todos los spots pueden contar con el éxito deseado, pocos pueden llevar a una marca a pedir disculpas, tal y como sucedió con Nationwide