Dentro del mundo de los deportes siempre que exista un vencedor también existirá (en contraposición) alguien que salga derrotado; si bien en términos de patrocinio lo anterior no es una ley inexorable, sà sucede habitualmente, pues ninguna marca cuenta con un presupuesto infinito, lo que les obliga a destinar sus recursos a aquellos equipos que puedan proporcionarles mejores resultados