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Inditex, compañía española dueña de Zara, logró una fuerte suba de sus ganancias gracias a la implementación de medidas puntuales que dieron resultado. H&M no se queda atrás.
Amancio Ortega, dueño de Inditex (Zara), adquirió un complejo de oficinas donde funciona Facebook en Seattle y tiene otro que le arrienda a Amazon. La estrategia de Pontegadea.
Inditex, compañía dueña de su buque insignia Zara, decidió que permitirá que sus empleados de oficina en España no trabajen los viernes por la tarde a partir de 2020.
La firma dueña de marcas como Zara, Pull&Bear y Bershka está dejando casi por completo su producción en Latinoamérica y, en cambio, hay una notoria mayor participación por parte del mercado asiático.
Durante 2009 la compañía Zara Tanzania Adventures quiso registrar su marca como servicio de viajes, turismo y safaris ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO). Un intención que ese mismo año fue rechazada por Inditex.
El mayor exponente del fast fashion, Inditex, dueña de Zara, dio a conocer su balance y reveló que sus ventas online crecieron casi el 30% y que 12 de cada cien euros que le ingresan se canalizan a través de ese canal.
Con cifras record de ganancias, el crecimiento de Inditex se ha ralentizado. El gigante textil de origen español incrementó su beneficio neto en un 2 por ciento y sus ventas en un 3 por ciento durante 2018. Pero eso no ha sido suficiente para no ser castigada en bolsa.
Los cambios en las tendencias de los consumidores golpean a los líderes del Fast Fashion, Zara y H&M. La moda rápida enfrenta su primer gran desafío.
Las noticias para muchos de los grandes grupos textiles no son nada halagüeñas en plenas navidades, lo que muestra un preocupante panorama para el sector del retail. Sino que lo diga Asos, la plataforma online británica de moda que este lunes perdió 40 por ciento en Bolsa y afectó también a Inditex en el parqué madrileño donde se dejó 4 puntos porcentuales.
Las ventajas del plástico son innegables, pero seguramente muy pocos llegaron a imaginar que sus residuos se convertirían tan pronto en una de las grandes preocupaciones para la ecología. Según los expertos de los 335 millones de toneladas que se producen al año, 8 millones de toneladas terminan en los mares y océanos hasta el punto de formar verdaderas islas flotantes de desperdicios.