La publicidad ha dejado de funcionar de la manera tradicional que conocemos, donde la gente se enteraba de un nuevo producto solamente gracias a los mensajes en los medios de comunicación, que comunicaban sus características o beneficios y que, además, se les informaba acerca de los sitios en donde podían adquirirlo.
Es una creencia popular que la publicidad crea necesidades y obliga a que las personas compren o consuman cosas que no necesitan. ¿Es qué los publicistas nos dirigimos a grandes masas que actúan irracionalmente frente a nuestra comunicación y los podemos obligar a algo que no quieren en realidad? Nada de eso. Acudimos a la Razón y al Corazón de las personas con nuestros mensajes.
La batalla del streaming por ganarse la preferencia de sus usuarios y aumentar el número de sus suscriptores en sus diferentes formatos, hace que las empresas involucradas busquen las mejores fórmulas para mostrarse a su público objetivo, que ya no solo busca qué ver, sino también qué escuchar.
En los esfuerzos de las marcas y medios por llegar adecuadamente a los públicos, la tecnología está tomando un papel importante y se están regresando a fórmulas de tiempos pasados.
Cuando las emociones vienen como recuerdo nostálgico y los mensajes que nos dan las marcas están involucrados con ello, puede haber un acercamiento más sincero con el público objetivo.
No siempre la publicidad llamativa es exitosa solo por eso y no siempre está relacionada con productos o servicios de buena calidad. Pero si hay casos de éxito que han logrado ser buenos tanto en el beneficio al consumidor como en su comunicación.
Aunque pensemos que los empresarios y sus marcas tengan la obligación de dar la cara frente a las ausencias de acciones del gobierno, una estrategia clave puede ser la colaboración a partir de patrocinios y así tener una mayor cantidad de recursos para causas de gran necesidad en el país.
Probablemente pensemos que desde nuestras acciones en la empresa, agencia o en la academia no podemos hacer nada para enfrentar los efectos del cambio climático. Ya los tenemos encima y es momento de actuar.
A pesar de los nuevos oleajes del COVID-19, el mundo del entretenimiento está tomando un nuevo respiro y los asistentes a los festivales de música están conviviendo orgánicamente con las marcas como nuevas oportunidades para mostrarse publicitariamente de manera experiencial.
El product placement se está convirtiendo en la nueva gran estrategia publicitaria gracias a la explosión de las plataformas streaming y sus contenidos. La publicidad tradicional en el mercado audiovisual está tomando caminos cda vez más interesantes.
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